En este artículo: Ernesto Che Guevara, joven, inmortal, Revolución cubana, Latinoamérica, libertad, justicia, historia, soldado, ideas, imagen, Nicolás Guillén
Por Mariela Peña SeguíResulta difícil imaginarlo, aunque muchos se pregunten cómo habría sido la historia si el Che aún viviera.
Seguramente hoy sería un añejo soldado de sus ideas, y seguiría plantándolas, como árboles, por todo el mundo.
Pero cuesta no suponerlo joven e impetuoso.
Y es que casi sin darnos cuenta, se nos han pasado los años, mientras inmortalizamos al joven Che, y grabamos su imagen para siempre en la memoria y en la historia.
Tal vez nunca lo supo, o en realidad lo supo desde siempre y, parafraseando al poeta nacional Nicolás Guillén, no lo dijo por modestia, por no hablar de sí mismo, pero sus obras eran puras como el agua cuando mana de la tierra.
Soñaba con la libertad y con la justicia, porque era un soñador; imaginaba un mundo diferente y a ese sueño se entregó, sin importar el sacrificio.
Por eso cuesta creer que podría ser diferente, porque con él el tiempo se detuvo: NO habrá otro que el de mirada firme y corazón joven.
El Che que vive aún, el que aún no han podido matar. El que acompaña cada lucha, cada revolución…
El Che de Latinoamérica, el joven, el profundo, el inmortal.