Francisco de Arango y Parreño, celebrado por sus cualidades oratorias y conocimientos de jurisprudencia, fue asimismo autor de una abundante producción, principalmente de estudios de índole económica. Alejandro de Humboldt lo calificó de estadista eminente. Arango y Parreño también sobresale por su constante atención a la agricultura, y por ello ocupó el Real Consulado de Agricultura y Comercio. En la Real Sociedad Patriótica desplegó una incesante actividad en el plano económico y en el aspecto social.