Siguiendo la estrategia y los objetivos trazados por el Comandante en Jefe Fidel Castro, las columnas invasoras No. 8 Ciro Redondo y No. 2 Antonio Maceo, al mando de los comandantes Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, respectivamente, entraron a la provincia de Las Villas (hoy Villa Clara) a fines de 1958 con el propósito de extender la lucha armada al centro y occidente del país y acrecentar la unidad de todas las fuerzas revolucionarias. Nada fácil resultó al Comandante Ernesto Guevara cumplir la encomienda de unir bajo un mando único a las distintas fuerzas revolucionarias que operaban en esa provincia, en el centro del país. Sin embargo, no cejó en ese empeño, confiado a él por el Comandante Fidel Castro el 21 de agosto de 1958 cuando le asignó la creación y conducción de la Columna Invasora No. 8 Ciro Redondo hasta el centro de la Isla. Meses antes, los hombres del Directorio Revolucionario 13 de Marzo subieron a las montañas de la región central, a fin de crear condiciones para abrir el Frente del Escambray, tras la llegada de la expedición, que bajo el mando del comandante Faure Chomón Mediavilla se organizó en Estados Unidos. Un oficial, Eloy Gutiérrez Menoyo, traicionó al Directorio al negociar con el grupo politiquero del ex presidente Carlos Prío Socarrás y ponerse al servicio de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, de Estados Unidos, para robarse el frente. Ello determinó la expulsión de Gutiérrez Menoyo y su camarilla, manteniendo el Directorio el frente guerrillero del Escambray. La situación se agravaba. El Comandante Ernesto Che Guevara trataba de dar solución al problema, en tanto cumplía las misiones encomendadas por el Comandante en Jefe de coordinar las operaciones y organizar militarmente las fuerzas revolucionarias de la zona para integrarlas en un solo cuerpo de ejército. Convencido de la imposibilidad de sumar a la tropa de Gutiérrez Menoyo, Ernesto Che Guevara le propone a Faure Chomón llevar a cabo conversaciones sobre los puntos de mayor interés de las organizaciones que ellos representaban. Es así que fuerzas del Movimiento 26 de Julio, representadas por Ernesto Che Guevara, y Faure Chomón por el Directorio Revolucionario, hacían patente la plena identificación existente en la lucha contra la tiranía al suscribir el Pacto, que era firmado bajo un fuerte bombardeo sobre el campamento del Che en El Pedrero, poblado del Escambray, el 1 de diciembre de 1958. En el Pacto se consigna que "el proceso de descomposición del gobierno dictatorial de Fulgencio Batista ha entrado en su etapa definitiva¿, y " es propósito del Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario mantener una perfecta coordinación en sus acciones militares, llegando a combinar operaciones, donde sus fuerzas participen al mismo tiempo combatiendo, miembros del 26 de Julio y del Directorio Revolucionario, así como utilizar conjuntamente para beneficio de la Revolución las vías de comunicación y abastecimiento que estén bajo el control de una u otra organización". Ese era el objetivo: hacer valer la unidad establecida por Fidel y José Antonio Echeverría en la Carta de México, redactada el 29 de agosto de 1956, documento donde se reitera que ambas organizaciones â�öMovimiento 26 de Julio y Directorio Revolucionarioâ�ö habían decidido unir sólidamente su esfuerzo en el propósito de derrocar la tiranía y llevar a cabo la Revolución cubana. Días más tarde el Partido Socialista Popular anunciaba su adhesión al Pacto de El Pedrero, que devenía firme paso de avance en los propósitos del Ejército Rebelde de luchar de manera unida contra el régimen batistiano. Tras varios días de encarnizados enfrentamientos, la ofensiva contra El Pedrero fue derrotada por los rebeldes. El pacto representó una victoria para las fuerzas rebeldes y un fracaso para los elementos divisionistas, al permitir lo que constituyó la indetenible ofensiva del Che en Las Villas, hoy Villa Clara.