Diego Vicente Tejera abraza la causa de la libertad y la de otros pueblos de América. Gran estudioso de las obras de Carlos Marx, luchó incansablemente por dar a Cuba una nueva fisonomía política y preocupado hondamente por los intereses de las masas explotadas, tiene el mérito de ser el precursor que intenta roturar el camino del progreso social, aunque su partido no supo seguir las corrientes sociales de su tiempo y tuvo vida efímera, no solo por la escasa conciencia de clase del incipiente proletariado cubano, sino por la debilidad del propio Tejera, que carecía de las condiciones políticas necesarias para conducir al triunfo de un movimiento de tal envergadura. Tejera nació en Santiago de Cuba el 20 de noviembre de 1848. Realizó sus estudios primarios en el Seminario de San Basilio el Magno y en la Escuela Preparatoria. En 1864 ingresó en el Instituto de Segunda Enseñanza de su ciudad natal. En 1865 viajó a Ponce, Puerto Rico, a reunirse con su familia. Un año después su padre lo envió a Estados Unidos. En 1867 viajó a París, donde se relacionó con emigrados españoles y participó en actividades conspirativas. Viajó por Londres, Bélgica y Alemania. Al llegar a España se encontró con que el movimiento con el cual estaba comprometido, había fracasado. En 1868 regresó a Puerto Rico y se dedicó a la agrimensura. Para librarlo de persecuciones por sus manifestaciones de simpatía hacia los revolucionarios puertorriqueños, su padre lo envió a Venezuela. Allí se graduó de bachiller y comenzó la carrera de Medicina, que dejó inconclusa. Fue encarcelado por sus actividades contra Guzmán Blanco. Regresó a Puerto Rico en 1870. Para alejarlo de la guerra en Cuba su padre lo envió a Barcelona. En esta ciudad se inició en las actividades masónicas y fundó un semanario. Se trasladó a Nueva York donde dirigió el periódico La Verdad, órgano de la Junta Revolucionaria. Viajó a París y, tras el Pacto del Zanjón, a Estados Unidos y México donde colaboró en distintas publicaciones. En 1879 regresó a Cuba, donde funda dos publicaciones y se dedica al periodismo. En 1885 es cancelado su nombramiento de director de la revista "La Ilustración Cubana" por ser considerado separatista. Residió tres años en Nueva York, donde conoció a Martí y colaboró en La América. Como secretario del presidente hondureño Marco Aurelio Soto viajó a París, donde fundó la revista América en París. Viajó a Cienfuegos como jefe de las oficinas de Emilio Terry. En 1893 viajó a Puerto Rico y al año siguiente regresó a La Habana. Partió a Estados Unidos, e hizo propaganda revolucionaria en Cayo Hueso. Retorna a Cuba durante la ocupación norteamericana, donde editó el periódico "La Victoria" y dirigió "Patria". Fue fundador del Partido Socialista Cubano (1899) y del Partido Popular Cubano (1901), que fue derrotado en las elecciones.