Porque hay profesiones que son para toda la vida

Por Alex López Almaguer.

Sentado en su sillón favorito y poco después de saborear el café de la mañana, la vista del periodista Oscar González Vázquez se pierde en el tiempo, mientras conversa animadamente sobre sus inicios en la emisora provincial Radio Cadena Agramonte.

“Entré en la emisora en los primeros meses de 1970, y allí estuve alrededor de 40 años; para mí fue una parte importante de mi vida, y aunque estoy jubilado me mantengo vinculado a este medio donde tengo excelentes relaciones humanas y de trabajo con todos mis compañeros”, comenta.
Durante la década del ‘70 del pasado siglo, junto a otros reporteros, con su grabadora al hombro, también cubría el acontecer de territorios que actualmente pertenecen a las provincias de Ciego de Ávila y Las Tunas.

“Era un etapa de duro trabajo; existía aún la provincia grande, con toda la parte de Ciego y Camagüey. Se hacían muchos trabajos, uno confraternizaba con protagonistas de la epopeya revolucionaria -muchos de ellos ya no existen físicamente- y eso te hacía crecer como cubano y como profesional“, recuerda González Vázquez.

En los campos de la fértil llanura camagüeyana se asumieron importantes retos económicos, como la zafra de 1970, y los planes agrícolas, con el decisivo aporte de la Columna Juvenil del Centenario, los cuales supo reflejar con apego a la verdad en sus propuestas informativas.

“Aquí en Camagüey comenzaba la construcción de las industrias en el municipio de Nuevitas y el plan educacional en la zona citrícola de Sola; era impresionante el desarrollo que iba alcanzando la provincia por esos años.

“No había tantos periodistas ni tantas corresponsalías, y la tecnología no era tan moderna, pero había excelentes técnicos que la mantenían funcionando”, asegura el entrevistado.

Con mucha seguridad, González Vázquez señala que varias generaciones de locutores, técnicos, actores, actrices, directores y periodistas han hecho posible, con su consagración, que la Radio provincial haya alcanzado los elevados niveles de audiencia que posee en estos momentos.

“El mayor orgullo que uno siente es que Cadena Agramonte siempre ha sido una de las punteras en el país, y se mantiene en primer lugar por ser de gran arraigo en el pueblo.

“En mi opinión personal, te puedo decir que el relevo del Periodismo está garantizado, la emisora cuenta con gente de mucha experiencia, y los periodistas más jóvenes también están haciendo trabajos muy interesantes, muy ricos y de gran impacto social.

“Por su valor ideoestético pienso que se están preparando quizás hasta mejor que muchos de nosotros, para expresarse y comunicarse con mayores posibilidades, porque en la Radio no solo es importante saber escribir, hay que hablar correctamente”, aseveró.

Oscarito, como cariñosamente le llamamos, fue uno de aquellos jóvenes que se formó en la marcha, combinando sus estudios en la Universidad de Oriente con los rigores de la redacción y del trabajo de un reportero.

Esa actitud le valió para convertirse en artífice de un periodismo militante y creador, y para eso siempre tuvo el apoyo de su esposa y compañera de toda la vida, Teresa Pantaleón.

Este veterano del gremio reporteril camagüeyano asumió por varios años, entre otras tareas, la jefatura del Departamento Informativo en Cadena Agramonte, dirigió la revista informativa “Camagüey al Día”, y ha devenido profesor de la nueva generación, tanto por sus conocimientos como por sus concepciones éticas.

Como parte del trabajo profesional, se vinculó a otros medios de prensa como Radio Habana Cuba, y cumplió misión internacionalista en la República Popular de Angola.

Por su consagrado quehacer, el periodista Oscar González Vázquez, de Radio Cadena Agramonte, fue reconocido con el Premio a la Obra de la Vida Rolando Ramírez Hernández, conferido por la filial provincial de la Unión de Periodistas de Cuba.

El amor que siente este hombre del periodismo radial por Cadena Agramonte, para él su segunda casa, resulta para toda la vida. El secreto, confiesa, es entregarse sin esperar mucho a cambio, esforzarse para que el trabajo sea cada día mejor. (Foto: Archivo)