Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey
Camagüey, 12 nov.- Las últimas horas sellan un adiós en la radio camagüeyana: Luis Florencio Rodríguez Peláez, una de las figuras más reconocidas de la locución deportiva, falleció en esta ciudad.
La infausta noticia golpeó a quienes, durante años, seguimos su trayectoria como narrador comentarista. Era el clásico cubano, el hombre del chiste rápido y la agudeza en cada una de sus bromas.
Amante devoto del béisbol, sus amplios conocimientos de la materia le granjearon el respeto de especialistas y atletas. Se podía estar o no de acuerdo con sus opiniones, pero en ellas jamás faltó el razonamiento claro, y la justeza en sus enfoques.
Se disfrutaba de su trabajo. Medido, con él, se lograba, sin estar en el estadio, seguir jugada a jugada, todo cuanto sucedía sobre un terreno de béisbol, una cancha de baloncesto o voleibol.
Su voz nítida, buena dicción y conocimientos generales, le abrieron las consideraciones del gran público. Y muchos, daban por seguro, que era uno de los narradores más profesionales del país en su esfera.
No tuvo el beneficio de los grandes eventos, pero supo abrirse paso, en el día a día, en el reconocimiento de su hacer, en que las personas le mostraran el gran respeto a un artista, a un trabajador, que amaba con pasión su trabajo.
La salud no le acompañó en los tiempos más recientes. Sin embargo, buscaba momentos de tregua, para seguir haciendo lo que abrazó toda su existencia. Quizá otro, se hubiese rendido ante los continuos quiebres físicos.
Pero Luis Florencio Rodríguez Peláez, no era de los que se rendía fácilmente. Luchó, “guapeó”, hasta que las fuerzas se agotaron.
El viejo colega, el que me acompañaba ocasionalmente en las paradas del ómnibus, el que siempre conservaba el buen ánimo pese a las duras pruebas existenciales, se fajó hasta el inning conclusivo de su vida.
Gracias, Luis. Descanse, amigo. (Texto: Gilberto Rodríguez Rivero/Colaborador de Radio Cadena Agramonte) /Foto: Internet)
