
Belém, 12 nov.- Al menos cuatro guardias de seguridad se registran hoy heridos tras un intento de irrupción durante una protesta en la llamada Zona Azul de la COP30, donde los reclamantes exigieron medidas climáticas más contundentes.
La manifestación ocurrió en el segundo día de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP30) y obligó, además, a un refuerzo inmediato de las medidas de control en la Zona Azul, el área donde se concentran los espacios oficiales de negociación.
Según informó el portal G1, el incidente ocurrió poco después de una conferencia de prensa en la que se presentaron los resultados de la jornada.
Un grupo de decenas de personas intentó ingresar por la fuerza al recinto, atravesando las puertas del pabellón principal e intentando avanzar hacia las áreas donde se encontraban los delegados internacionales.
Los manifestantes fueron contenidos por los equipos de seguridad brasileños y de la ONU, lo que generó enfrentamientos que causaron lesiones leves a cuatro guardias y daños menores en la estructura del recinto.
A solicitud de la ONU, la Policía Federal abrió una investigación sobre el intento de intrusión y comenzó a analizar las imágenes captadas por las cámaras internas y externas del complejo.
Los videos muestran que el incidente se inició con la aproximación de un grupo vestido con atuendos indígenas, seguido por otros manifestantes portando banderas estudiantiles y pancartas contra la exploración petrolera.
Tras una conmoción y un bloqueo interno, los reclamantes fueron desalojados del pabellón y las personas acreditadas pudieron abandonar el lugar sin mayores incidentes.
En respuesta, se desplegaron vehículos de la Policía Militar y se pospuso el acceso del personal del turno de noche mientras las autoridades revisaban los protocolos de seguridad.
De acuerdo con el secretario extraordinario de la COP30, Valter Correia, la organización del foro toma todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los participantes.
Horas antes, el mismo parque, donde se celebra la conferencia, fue el punto final de la Marcha Mundial por la Salud y el Clima, en la que participaron unas tres mil personas -entre médicos, enfermeras, estudiantes, líderes indígenas y representantes sociales- que exigieron políticas públicas más firmes ante la crisis climática.
Los organizadores de la marcha aclararon en un comunicado que no tienen ninguna relación con el incidente ocurrido en la entrada de la Zona Azul.
El incidente marcó una segunda jornada tensa en la COP30, que se desarrolla en Belém hasta el 21 de noviembre, y que reúne a líderes mundiales, científicos y activistas en busca de consensos sobre el futuro climático del planeta. (Fuente: Prensa Latina) (Foto: Internet)