Por Arailaisy Rosabal García y Esther Borges Moya.
“Después que descubrí el Periodismo no he conocido algo que me fascine más”. Ante una sentencia así, ¿podría acaso cuestionarse el amor de Manuel Cano Iglesias por aquella profesión que José Martí definió como un canto a todo lo bello, lo noble y lo grande?
Mil voces y una señal dedicado a Manuel Cano Iglesias
Premio Rolando Ramírez 2010 por la Obra de la Vida, este decano de la prensa en Camagüey, con más de 40 años de experiencia, estuvo a solo unos pasos de privarnos de su sempiterno talento periodístico. Pero, por fortuna, cuando parecía que los números y los experimentos lo absorberían, el arte de las palabras y la escritura se impuso.
“Cursaba el cuarto año de la especialidad de Física y Matemática en el Pedagógico de La Habana, cuando enfermé y me vi imposibilitado de seguir estudiando. Entonces regresé a Camagüey con mi familia, y un buen día escuché en la radio una convocatoria para productores y escritores de programas. Como desde niño me gustaba escribir, sobre todo textos humorísticos, me presenté; por mi formación anterior, no solo de maestro sino también de intérprete de francés, me propusieron para redactor reportero de prensa”.
Fue así que Canito –como se le conoce en el círculo de periodistas de la provincia- llegó a la Radio; desde entonces, cual enamorado empedernido, jamás ha podido desprenderse de ella. “La Radio para mí es la vida misma. Hace ya ocho años que me jubilé, pero todavía colaboro en todo lo que puedo. Yo estaré en la Radio siempre”.
Sería interminable enumerar cada uno de los programas y espacios informativos de Cadena Agramonte a los que Canito ha puesto su sello. Entre ellos sobresalen la revista de facilitación social Meridiano y los noticiarios Mundo Deportivo, Órbita y el Noticiero Provincial de Radio, de los que ha sido su director. Tampoco puede pasarse por alto su complicidad protagónica en la creación y consolidación de la página web de la emisora, paradigma de los medios digitales en la Isla.
¿Cómo llegó a la conciencia de que quería ser periodista?
"Desde mi época de estudiante me dedicaba a hacer caricaturas y escribía para los periódicos murales de la escuela. En la mocedad nunca pensé en llegar a ser periodista. Sin embargo, en el año 1969 se libró una convocatoria en Radio Cadena Agramonte y me atrajo la idea de vincularme a ese medio de difusión, así que respondí al llamado. Una vez allí me propusieron un curso para Redactor de mesa.
"Lo aprobé sin dificultades y comencé a trabajar a inicios del 70 en una radioemisora que se abrió en el poblado de Amancio Rodríguez (que actualmente pertenece a la provincia de Las Tunas), con el nombre Radio Maboas.
"En esa radioemisora laboré dos o tres meses y posteriormente me integré al colectivo de Cadena Agramonte como Redactor de mesa".
Esta especialidad es difícil y sacrificada en cualquier parte del mundo, ¿se ha arrepentido alguna vez de haber tomado el camino del Periodismo?
"Nunca me he arrepentido de mi decisión. No solo eso; sino que cada día me gusta más el ejercicio del Periodismo".
Durante mucho tiempo, Canito se levantaba de madrugada, daba las primeras informaciones a la revista informativa Camagüey al día, volvía a su casa en el reparto Montecarlo a varios kilómetros de distancia, y a las dos de la tarde retornaba a preparar y dirigir el Noticiero Estelar. ¿Qué le daba tanta fuerza para trabajar pasados ya los sesenta años?
"Mi amor a la profesión y mi sentido de pertenencia por la Radio".
Para usted, ¿cómo sería el periodista ideal?
“Tiene que ser por excelencia un revolucionario, un defensor de los mejores ideales del ser humano. En su profesión, debe ser lo más integral posible, dominar todas las facetas de creación y desempeño; para ello hay que estudiar mucho, no cansarse nunca de investigar y de leer, no solo libros de cabecera relacionados con la disciplina o de cultura general, sino también los trabajos de los grandes periodistas. Hay que intentar siempre ser original, tratar que lo que hagas hoy no se parezca a lo que hiciste ayer. Y lo fundamental: luchar contra el facilismo; esa es una batalla constante, más en estos tiempos en que el abuso de Internet suele atentar contra el desarrollo del pensamiento”.
-En un país como Cuba, donde -tal y como aparece enunciado en la Constitución de la República- se asegura el uso de la prensa al servicio exclusivo del pueblo trabajador ¿Cuál es la función primordial del periodismo y por consiguiente del periodista en la sociedad?
“Eso lo dijo Martí: educar, formar y ser objetivo”.
Profesionalmente ¿quién ha sido la persona más importante en su vida?
"He aprendido mucho de José Martí, a quien no dejo de leer. Tuve también un profesor camagüeyano, Manuel Rodríguez Cruz, que me enseñó mucho. Lamentablemente falleció hace años. Era un verdadero Maestro de periodistas.
“También recuerdo con agradecimiento mis conversaciones con Rolando Ramírez Hernández, ya fallecido, quien fuera director del periódico Adelante y de la Corresponsalía de la Agencia de Información Nacional aquí, y cuyas enseñanzas me resultaron muy provechosas, sabía mucho, tanto de Radio como de Prensa impresa".
Si tuviera que criticar su trabajo, ¿cuál sería el dictamen?
"Podría calificarlo como una labor que merece ser mejorada grandemente, que le falta mucho para lograr la excelencia".
La Radio en Camagüey se nutre constantemente de personas jóvenes que precisan de asesoría y apoyo por parte de los de más experiencia. Aquí tenemos varios radialistas a quienes considero Maestros de la Radio, por ejemplo José Martínez Estévez. ¿Qué es para ti un Maestro de la Radio?
"Un hombre o mujer que atesora incontables conocimientos y que no escatima oportunidad para transmitirlos a los demás. El que cree en las nuevas generaciones y no tiene a menos enseñar a los que llegan".
Su opinión sobre el “estado de salud” del periodismo cubano y el de Camagüey en particular.
“Creo que es bueno; en Cuba se hace buen periodismo y en Camagüey también.
“Aquí en la provincia sobran los ejemplos de grandes periodistas, reconocidos por su desempeño en todo el país; algunos trabajan en órganos de prensa nacionales y han llegado incluso a ser directores. Lo más satisfactorio es que ahora hay una hornada de periodistas jóvenes recién graduados y otros a punto de terminar la carrera, que son muy buenos; eso quiere decir que el relevo está seguro.
-¿Qué podría estar atentando contra ese diagnóstico?
“Hace falta más periodismo de investigación, de criterio, de confrontación”.
-Para cerrar, una pregunta que tal vez requiera una respuesta personal, pero también lleve implícita una lección colectiva. ¿Qué es el Periodismo para Manuel Cano?
Hace ya algunos años un colega de prestigio, Rolando Ramírez Hernández, me dijo que el periodismo era como una droga: cuando te atrapa no puedes dejarlo. Si después de muerto resucitara, volvería a ser periodista. (Foto: Archivo)