Por Dayessi García Sosa.
El amor por la Radio lo ha convertido en un hombre virtuoso, y aunque es bancario por estudios, se le llena el pecho de regocijo cuando asegura que es locutor de profesión.
Cuando en 1957 surgió Cadena Agramonte, José Luis Cadenas Arango ya había transitado por una serie de emisoras camagüeyanas como Radio Cuba, Radio Camagüey y CMJK. En esta, comenzó como contador; participaba en algunos programas pero no desde el punto de vista profesional. Sin embargo, por la calidad de su voz, ya en 1959 hacía un boletín noticioso y comenzó a trabajar en el Canal 11 de la televisión en Camagüey, del cual fue el primer locutor.
Sobre su paso por Radio Cadena Agramonte, de la cual es fundador, recuerda con vehemencia el programa Festival Musical, en el que compartía micrófonos con Brenda Graciela Vilató, y salía al aire los domingos a las 12 del mediodía.
“Por él pasaban las principales figuras artísticas que visitaban la provincia, y eso garantizaba la audiencia, que era realmente extraordinaria, recibíamos semanalmente entre 600 y 700 cartas”.
Y aunque su modestia no le permite decirlo, mucho tuvieron que ver él y Brenda en la popularidad de ese espacio, pues es el locutor, en definitiva, quien logra o no la empatía con el público.
El privilegio de trabajar con personalidades como Cepero Brito, Consuelo Vidal y German Pinelli, armaron a José Luis Cadenas de un arsenal muy valioso, el respeto al micrófono y sobre todo, a los oyentes, esos que como jueces, ofrecen su veredicto.
Por eso, al indagar los secretos para mantener la viveza en la voz, asegura:
“Creo que es un problema de la naturaleza, pienso que para ser locutor, lo primero es tener una buena voz, luego está la dicción, la entonación y el ritmo, pero la voz es fundamental. Tiene que ser una voz radiofónica, agradable”.
Cadenas es y será un hombre de Radio, la emisora camagüeyana, es el lugar donde guarda importantes recuerdos, el sitio de donde nunca se quiere ir, y al que siempre deseará volver.
“Cadena Agramonte es mi segundo hogar, quisiera seguir dedicándole más horas al día. Estoy jubilado, pero para mí es un placer estar vinculado con la emisora, recorrer los pasillos, entrar a los estudios, para mí esa es la mayor satisfacción. Yo añoro la emisora”.