La Radio: sonido que corre por las venas (+ Audio)

Por Indira López Karell/Radio Cadena Agramonte.

Desde muy joven, Gilberto Terrón Costa supo que ese mundo le pertenecía. De la mano de su padre, Pablo Terrón Bolaños, se contagió de la magia habitual que corre por los pasillos y cabinas de la emisora, y fue así como aprendió a soñar un universo de imágenes, desde la frecuencia de la Radio camagüeyana.

“Mi padre era un locutor ya de vasta experiencia en la ciudad, fundador de la primera Asociación de Locutores de Camagüey. Trabajaba en la emisora local CMJW cuando a mediados de 1956, junto a Raúl Alarcón Alejo y en asociación con el senador Ricardo Miranda Cortés, quien había sido dueño de la Cadena Oriental de Radio, emprenden los primeros pasos para la creación de la planta matriz, la búsqueda de su equipamiento, transmisores, estudios de audio, cabina, etc”, recuerda Terrón Costa.

“Así se inauguró Cadena Agramonte el 9 de junio de 1957, en los altos del entonces Centro Comercial Loret de Mola, en la calle Avellaneda 215. Yo era un adolescente, pero siempre estuve vinculado con todo ese proceso.”

¿Cuándo llega a la Radio definitivamente?

“Me encontraba estudiando la carrera de Contabilidad, pero siempre me sentí atraído por la magia de la Radio y de esa forma comienza mi vida laboral en Cadena Agramonte. En un primer momento trabajé en la oficina de Contabilidad con José Luis Cadenas. Después me ubican en la redacción de noticias y finalmente como productor musical. También estuve simultaneando tareas como coordinador de programas y comercial hasta el mes de septiembre de 1961. Una vez graduado me incorporo a mi profesión de contador”.

¿Qué vivencias atesora de esa época?

“Atesoro gratos recuerdos de esa etapa. Fueron realmente momentos difíciles, pero a la vez felices e inolvidables. Recuerdo con cariño cuando alcanzamos el primer lugar en el rating de audiencia, aventajando a emisoras tradicionales como la CMQ Radio Nacional y la local CMJK.

Llegamos a convertirnos en la emisora más escuchada del momento. Realmente me sentía orgulloso al escuchar nuestros anuncios comerciales y formar parte de ese colectivo, eso me llenaba de regocijo.”

A 60 años de su fundación, ¿qué distingue hoy a Radio Cadena Agramonte?

“Actualmente existe un mayor rigor de profesionalidad. Cuando surgió Cadena Agramonte no existía especialización, los locutores y periodistas tenían mucho arraigo pero en nuestros días contamos con excelentes profesionales en el medio. La diferencia es que aquella Radio era netamente comercial y la actual tiene un carácter social. Hoy existen muchos recursos tecnológicos de los que antes carecíamos.

La programación se ha renovado con una gran cantera de jóvenes y cuenta con espacios como Camagüey al día, Meridiano, el Noticiero Provincial de Radio, todos muy bien estructurados y con notables niveles de audiencia”.

¿Qué retos tiene la Radio para mantener la preferencia del público? 

“Técnicamente pienso que la Radio no carece de nada. Creo que se trata de no dejar de soñar, de crear, de repensar cada una de las propuestas, especialmente las dedicadas al segmento juvenil, porque no podemos perder nuestra finalidad educativa. Hay que trabajar en pos de lograr la variedad  y frescura de los programas y aportar cada día nuevas iniciativas.”

¿Qué es para usted la Radio?

“Yo nací en el ambiente radial, allí di mis primeros pasos, me convertí en ferviente aficionado y eterno enamorado de la radiodifusión, y lo soy hasta hoy.
Aunque la vida me condujo por otro camino, la Radio me dio la posibilidad de adquirir infinitos conocimientos relacionados con las transmisiones, los equipos técnicos, los micrófonos, consolas y todo sobre esa actividad”.

A la distancia de sus siete décadas y medias de andar, Gilberto Terrón Costa acumula en su haber, diversos reconocimientos como protagonista de los primeros capítulos del quehacer radial en Camagüey.

Para Gilberto, quien se define como un fiel oyente de Cadena Agramonte junto a su familia, su alianza con el medio llegó para quedarse porque “la Radio le corre por las venas”. (Foto de la autora)