La Habana, 9 mar.- La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, por sus siglas en francés) impulsa varias iniciativas con el fin de potenciar la presencia de las mujeres en los principales torneos internacionales.
Una de esos proyectos lleva por nombre Empoderando a las reinas del tablero y pretende que todos los países que participarán en la Olimpiada de Ajedrez de Budapest 2024 lo hagan con equipos femeninos.
En la pasada edición del certamen, celebrada hace dos años en la ciudad india de Chennai, de las 188 naciones inscritas 30 no estuvieron representadas en la sección para féminas.
A partir de entonces, la Comisión de la Mujer de la FIDE dio los primeros pasos para encaminar el proyecto, enfocado en ayudar a las federaciones locales a reclutar, formar y financiar equipos femeninos en los países que estuvieron ausentes en ese segmento de la lid.
En términos más generales, se persigue dar un paso más en la promoción del ajedrez entre mujeres y niñas, que ha sido uno de los objetivos claves de la FIDE en los últimos cinco años.
La iniciativa se desarrolla en tres etapas. La inicial transcurrió entre agosto y diciembre de 2023, con un análisis exhaustivo de las condiciones que rodean al juego ciencia en los países que nunca han estado representados por exponentes de ese género.
A través de una encuesta se estableció la falta de jugadoras, capacidades de entrenamiento y financiación como las principales razones de esta situación.
En noviembre de 2023 se organizó un seminario para identificar las vías para superar estos desafíos, incluidas nuevas estrategias para brindarle respaldo económico a las chicas con talento.
Uno de los hallazgos clave estuvo vinculado con la motivación para jugar ajedrez, que difería entre mujeres y hombres. Mientras ellos lo asumían desde la competitividad, ellas tendían a enfatizar más el aspecto social.
Las experiencias de los países más exitosos en sumar a las mujeres a la práctica de este deporte se tuvieron muy en cuenta, de ahí que uno de los enfoques más certeros ha sido involucrar a las escuelas por el potencial que se pude desarrollar desde la educación.
La segunda etapa del proyecto comenzó en enero del presente año y se extenderá hasta junio. Durante ese tiempo se trabajará en la formación de equipos femeninos en pequeños estados como Nauru, Islas Caimán, Granada, Mauritania, Santa Lucía, Liechtenstein, St. Kitts y Nevis, Islas Vírgenes Estadounidenses y San Vicente y las Granadinas.
Para esa labor, las autoridades locales, de conjunto con la FIDE, han nombrado a los entrenadores de las selecciones, el 80 por ciento mujeres. La tercera etapa se centrará en proporcionar apoyo logístico y organizativo con el objetivo de preparar a esos elencos para debutar en olimpiadas de ajedrez.
“La mayoría de los países con los que hemos colaborado no solo nunca han tenido un equipo femenino en la olimpiada, sino que esos nunca han existido. No contaban con una mujer en ningún nivel del ajedrez, ya sea jugadora, árbitro o directiva. Lo hecho hasta ahora nos ha ayudado a comprender mejor los desafíos del ajedrez para féminas y qué medidas concretas podemos tomar para aumentar la participación femenina”, consideró Tris-Ann Richards, presidenta de la Federación de Ajedrez de Santa Lucía y una de las impulsoras del proyecto.
Hasta el momento, cinco de los países involucrados han conformado sus elencos olímpicos femeninos. Esto implicó la participación en el Queens Gambit Challenge-Caribbean Edition, un programa de preparación integral que cubre los fundamentos del ajedrez, estrategias avanzadas, así como entrenamiento mental y sicológico.
Cada país tiene un entrenador profesional asignado para comenzar una capacitación de tres meses a partir del 15 de marzo del presente año.
Las olimpiadas de ajedrez tuvieron su primera edición en Londres 1927, pero no fue hasta Emmen 1957 que se abrieron las puertas para las del sexo femenino.
Cuba debutó en Salónica 1984 con una selección que integraron Vivian Ramón, Acela de Armas, Zirka Frómeta y Tania Hernández. Finalizaron en el puesto 14, luego de ganar siete matches, igualar en tres y ceder en cuatro.
La mejor actuación ha sido el cuarto lugar conseguido en Khanty-Mansiysk 2010, con medalla de oro individual de Yaniet Marrero en el tercer tablero. Lisandra Ordaz, Oleiny Linares, Sulennis Piña y Maritza Arribas completaron el conjunto. (Texto y foto: JIT)
