Cuba, Estados Unidos, bloqueo económico, sanciones, comercio internacional, política exterior

Estados Unidos, los dueños del mundo ¿hasta cuándo?


Por Enrique Atienzar Rivero/Colaborador

Los gobernantes de Estados Unidos de América me tienen hasta la misma coronilla con sus equivocadas atribuciones de creerse los dueños del mundo, escuche decirle a un hombre cuando supo recientemente de la noticia difundida por el periódico The Wall Street Journal.

Lo último conocido en este sentido es que el banco privado suizo EFG Internacional acordó pagar alrededor de 3,7 millones de dólares para resolver las acusaciones sobre su violación de las implacables medidas de EE. UU. contra Cuba y contra individuos de otras naciones incluidas en la lista negra del Departamento del Tesoro.

¿Los millones de habitantes de Estados Unidos y los emigrantes llegados allí de diferentes confines (y lo remarco con toda intención) se han puesto a pensar cómo verían que el resto de las naciones del mundo tendieran sobre ellos un cerco económico, financiero, comercial y le cerraran todas las vías para llevar una vida plena?

La dinámica del mundo actual, generada por la gran potencia imperial yanqui, entorpece a escala global las fluidas relaciones económicas, comerciales y de todo tipo, mientras azuza el empleo de su poderío para mantener la guerra en Ucrania, hacerse de la vista gorda en la masacre de Israel contra los palestinos y que las arcas del complejo militar industrial aumenten sus supermillonarias ganancias a costa de la vida de los pueblos.

Estados Unidos, por otro lado, teme el desarrollo de Rusia y al poderío económico de China, de ahí que enfile sus planes contra esas dos naciones amigas de los cubanos.

La Mayor de las Antillas, desde hace más de 60 años, ha sido blanco de la criminal política de bloqueo económico, financiero y comercial, recrudecida durante el mandato de Donald Trump y calcada, con un mismo papel carbón, por el actual inquilino de la Casa Blanca.

Durante la época de Barack Obama, en que Joe Biden ocupaba la segunda magistratura estadounidense, hubo una relativa flexibilización de las tensiones, sin embargo, el Rey de la Inmobiliaria apretó la tuerca y alejó el acercamiento de firmas extranjeras.

Como citaba una publicación de la agencia de noticias Reuter, ello intoxicó el clima empresarial, en combinación con los problemas económicos locales.

La propia fuente citó que la administración Trump sancionó a casi 200 empresas y hoteles cubanos, así como a cualquier empresa o buque involucrado en envíos de petróleo venezolano a la isla caribeña.

Es lastimoso que haya todavía quienes dentro y fuera de Cuba no crean que el bloqueo quedó asentado hace muchísimos años, y basta recordar que el 6 de abril de 1960 Lester D. Mallory, vice secretario de Estado asistente para los Asuntos Internacionales, en memorando secretario del Departamento de Estado remarcó: “La mayoría de los cubanos apoyan a Castro… El único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… Hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.

Casi 64 años después de que Mallory emprendiera tal arremetida contra Cuba por voluntad de su gobierno, el pueblo cubano está viviendo privaciones de todo tipo, escaseces que siente pero asume con resistencia creativa.

Toda la amalgama de medidas se han visto reflejadas en la injusta política de prohibición de viajes de ciudadanos estadounidenses, a tenor de una medida tomada por el Departamento del Tesoro en septiembre del 2020 y en otros ámbitos, políticas criminales como las limitaciones de remesas para ahogar a los cubanos en la pobreza y el hambre.

Las agresiones contra Cuba no escampan. La mafia anticubana en la Cámara de Representantes introdujo en la resolución que autoriza el financiamiento de 1200 millones de dólares para diferentes usos, entre ellos 50 millones para las acciones subversivas en Cuba, con énfasis en las campañas de manipulación mediática en 2024.

Es risible que Estados Unidos se yerga como paladín de los derechos humanos, pero más temprano o más tarde los pueblos del mundo le pasaran la cuenta. No podrá ser permanente para toda la vida el pensamiento de Bolívar: la ignorancia de los pueblos es el elemento ciego de su propia destrucción. (Foto: tomada de Internet)


En esta categoría

Comentarios


Tu dirección de correo no será publicada *