Trabajo y amor para garantizar la salud de los que saben querer

En condiciones atípicas a causa de la pandemia, el personal de la salud y los servicios del Hospital Pediátrico Eduardo Agramonte Piña de Camagüey redobla sus esfuerzos por la salud de los niños que allí se encuentran, sin dejar de brindar un servicio de excelencia y calidad.

Durante 24 horas, de día o de noche, con extrema precaución y desvelo pero también con mucho amor, todos contribuyen de una forma u otra a salvaguardar la vida de los más pequeños, velando con celo hasta su total recuperación.

El presente fotorreportaje constituye un modesto homenaje a quienes de manera anónima y a pesar de las actuales circunstancias, reciben con satisfacción la mejor retribución posible: el eterno agradecimiento de los Padres y la eventual sonrisa de un niño desde el seno seguro de su hogar. (Fotos: Humberto Cid)