Ser joven significa revolucionar, crecer a diario ante los nuevos desafíos que imponen las circunstancias, por eso, este ha sido un año de juventudes bien probadas como presente y futuro de la Revolución que entre todos construimos.
En este tiempo, se ha demostrado con creces que somos responsables y consecuentes con cada uno de nuestros actos y conscientes del propósito y las verdades que defendemos.
Por eso, tres centros camagüeyanos reciben en saludo a la fecha la Bandera de Honor de la Unión de Jóvenes Comunistas, catorce instituciones y casi tres mil muchachos han merecido la condición Jóvenes por la Vida y todas, todas las nuevas generaciones celebran este 4 de abril, cuidándose, trabajando, aportando, desde casa o desde las redes sociales, con la alegría y la responsabilidad probadas con creces en el último período.
La juventud no es sólo el futuro es también el presente y un presente digno de la historia y seguro con la mirada puesta en el mañana.
(Texto: Dania Díaz Socarras / Fotos: Humberto Cid)