La celebración del primero de mayo en Cuba adquirió una connotación y singularidad diferente a partir de 1959. Desde ese momento, la fecha se convertiría en una fiesta no solo para la clase obrera, sino para todo el pueblo cubano, algo también distintivo con relación al mundo.
(Tomado de un texto de Elier Ramírez Cañedo/ Cubadebate)