El primer lunes de septiembre amanece en Cuba con más alegría. Puertas adentro, en los hogares, el ajetreo comienza un poco más temprano que lo habitual, y en las calles el sol descubre rostros con ansias de aprender.
El curso escolar- esta vez reanudado como consecuencia de las modificaciones que ocasionó en los calendarios lectivos la COVID-19- se desarrollará en condiciones complejas, no ajenas a la realidad nacional, pero el conocimiento las sobrepasa y es más fuerte la voluntad política de un país de garantizar educación a sus hijos.
La cobertura docente, la base material de estudio y de vida, la venta de uniformes escolares, la alimentación de alumnos, profesores y trabajadores en sentido general, y el alistamiento de las escuelas, han ocupado en Camagüey las jornadas previas a este 5 de septiembre, aunque si de proveer todos los recursos- materiales y humanos- se trata, de septiembre a septiembre nunca hay descanso.
El noveno mes del año, como de costumbre, inicia su primera semana en Cuba con deseos de saber. En las aulas se delinean los sueños y metas, y se define el futuro de quienes acuden al encuentro con la sabiduría. (Redacción Digital) (Infografía: Nathalie Valerón Saavedra) (Foto: Telecubanacán/ Tomada de Cubadebate)