Por Gladys Dailyn Morera Cordero/Radio Cadena Agramonte.
Los aportes de la ingeniería al desarrollo productivo, tecnológico e innovador de las industrias agramontinas tienen un indiscutible sello de mujer, una valiosa credencial para afianzar la identidad de los colectivos y nuevos desafíos con el empuje característico de las féminas.
Zoraida Álvarez Atanay, Dayami Rodríguez Sosa y Yairelis Fernández Labrada son algunas de las que hoy nutren a sectores como la industria alimentaria con sus dotes de compromiso y sensibilidad al asumir decisivos procesos químicos en sus respectivas entidades.
Sin dudas un buen punto de partida para celebrar este 1ro. de julio el Día del Ingeniero Químico con fragancia femenina, al ser ellas exponentes de una profesión que demanda superación constante y amor por lo que se hace.
Tal certeza la materializa Zoraida, especialista de fabricación en la Unidad Empresarial de Base de Fábrica de Ron y Vino Puerto Príncipe y quien opta por la categoría de Maestra Ronera tras acumular más de 20 años de labor.
Detrás de un carácter pausado se encuentra una persona con una admirable sabiduría que habla con fluidez de las labores en el área de fermentación alcohólica de vino y de futuras publicaciones científicas.
“Me gradué en el año 1992 y comencé a trabajar en Industrias Locales en el Grupo de Desarrollo de Ingenieros y Técnicos de Calidad y allí aprendí mucho, lo que luego perfeccioné en la Empresa de Bebidas y Refrescos”.
Mientras, Dayami Rodríguez Sosa, directora de producción en la Empresa de Productos Lácteos, nos acerca a una disciplina que realiza desde el 2003, cuando se graduó por el curso para trabajadores de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz con la satisfacción de que esa carrera está acreditada a nivel internacional.
“Todos somos necesarios en la labor que nos toca asumir en una industria, pero un ingeniero químico tiene la responsabilidad de seguir cada producto hasta el final y de que cumpla con la formulación establecida”.
La también Máster en Ingeniería de los Procesos Químicos, reconoció que desde la secundaria básica le gustaba la asignatura y profundizar en las reacciones y las transformaciones que hoy aplica en un sector imprescindible para la provincia.
Por su parte a Yairelis Fernández Labrada, una joven de 27 años de edad y graduada hace casi cinco, se le nota desde el primer instante la vocación por la carrera que escogió, sobre todo al resaltar las bondades de compartir con fundadores y trabajadores consagrados en la Empresa Cervecería Tínima de Camagüey.
Aunque un poco tímida en el diálogo, esta muchacha domina la importancia del área en que se desempeña, donde cada día incorpora nuevos saberes desde la ciencia y la innovación, premisas que deben acompañar cada proceso.
La ingeniería química es una disciplina en la que la mujer camagüeyana tiene una gran relevancia, una esfera que hoy se fortalece con la delicadeza y el valor de ejemplos como el de Zoraida, Dayami y Yairelis para asumir nuevas fórmulas de trabajo en pos del avance de la economía. (Fotos: De la autora, cortesía de Yairelis Fernández Labrada y archivo)
