La Habana, 15 abr.- La selección cubana consiguió otro empate en el Campeonato de Futsal de Concacaf de Managua 2024, en Nicaragua, este vez frente al conjunto local.
Como en la anterior presentación, tomaron ventaja con goles de Jorge Luis González y José Harold Morales, pero una vez más la perdieron cuando parecía posible la victoria.
En términos generales, la defensiva obró de mejor manera que en el debut ante Canadá. Una mano desafortunada de Harold Aguilera permitió el empate de penal, mas pudo verse mejor orden y se minimizaron los despistes que provocaron cinco goles ante los norteños. La mejoría, sin embargo, no alcanzó para sentirse satisfechos completamente.
Si bien el choque dejó la sensación de que se pudo sacar más provecho, el empate no es del todo amargo entendiendo que se sumó y todavía existen posibilidades de pasar a cuartos de final.
El más claro de los escenarios es el empate entre Surinam y Haití, que dejaría automáticamente a ambos sin opciones de obtener uno de los mejores terceros lugares, independientemente de lo que pase en el resto de los grupos.
Un empate de los cubanos este lunes ante Panamá ampliaría el rejuego clasificatorio, pues eliminaría automáticamente a Canadá o Nicaragua, que se enfrentarán en la última jornada.
Una victoria pondría a los nuestros en la próxima fase, aunque ello parece el desenlace menos probable teniendo en cuenta el nivel mostrado por los itsmeños.
No dudar de la capacidad de los dirigidos por Osmel Valdivia para lograr la proeza ante el ya líder del grupo B, pero parece la opción más difícil.
Existe, eso sí, una posibilidad de que los clasificados tomen el partido con menos rigor y den descanso a sus mejores jugadores, pensando en el cruce que otorgará la clasificación a la Copa Mundial de Futsal de la Fifa de Uzbekistán 2024. Sin embargo, pensar en ello resulta una cuestión de mínimos porque la actitud debe ser salir a ganar a toda costa.
Ciertamente, el interés de los panameños en el último juego de la fase de grupos parece casi nulo, pero difícilmente regalarán algo por pundonor y juego limpio.
En consecuencia, las hipótesis del cierre fácil resultan nulas y no queda más opción que evaluar en términos prácticos cómo puede sacarse uno o tres puntos ante el último rival. Todo apunta a la obligación de jugar perfecto a la defensa y aprovechar las oportunidades posibles a la ofensiva.
Panamá, si bien suma 13 goles marcados, ha permitido tres en cada uno de sus enfrentamientos, por lo que no será imposible anotarles. En todo caso, dependerá del acierto de los de la Mayor de las Antillas.
De todo lo anterior se desprende que soportar la menor cantidad de goles en la tercera salida deviene vital, porque en caso de derrota aparece otra posibilidad: la de las tablas entre canadienses y pinoleros, que provocaría un triple empate con dos puntos. Ahí jugaría un rol definitorio el gol average.
Esa es otra de las ventajas de que goza Cuba sabiendo que despedirá la jornada como segunda de grupo, si bien se esfumó la posibilidad de que lo hiciera clasificada a los cuartos de final. (Texto y foto: JIT)
