La Habana, 2 may.- Con el fin de caracterizar a los pacientes egresados con síndrome coronario agudo y poseer datos para la toma de decisiones en materia de salud, se desarrolló en la provincia de Las Tunas un registro cubano de infarto agudo de miocardio denominado Recuima.
Maykel Santos Medina, jefe del Grupo Provincial de Cardiología, expresó en exclusiva a la ACN la necesidad de medir la efectividad y la evolución en los tratamientos de estas personas, pues dentro de las enfermedades cardiovasculares, las isquemias y el infarto resultan la de mayor morbilidad y mortalidad en Cuba.
De ahí surgió la idea de realizar un registro multicéntrico donde se obtuvieron datos homogeneizados de ocho unidades de salud de seis territorios del país, con una muestra de más de tres mil pacientes que ingresaron con síndrome coronario agudo y salieron con diagnóstico confirmado de infarto, a los cuales se les pudo recoger un grupo de variables epidemiológicas, su incidencia y valorar el manejo de este padecimiento, explicó el especialista.
Como principales resultados obtenidos desde el año 2018, la mayoría de los enfermos fueron del sexo masculino, mayores de 65 años, la hipertensión arterial y el hábito de fumar fueron los factores de riesgo asociados más frecuentes y los métodos más regulares resultaron la prescripción de aspirina, clopidogrel y estatinas, a más del 90 por ciento (%) de ellos, precisó el doctor en Ciencias Médicas.
Santos Medina enfatizó que estos registros reflejan la práctica diaria real y la seguridad clínica, posibilitan evaluar el efecto de las intervenciones terapéuticas y ayudan a determinar las carencias de recursos y los efectos del tratamiento.
Comentó una prevalencia de elevación de un segmento ST (representa la despolarización completa del miocardio ventricular), teniendo en cuenta que las instituciones secundarias de salud no cuentan con biomarcadores cardiacos para determinar de forma más rápida y segura un posible infarto o cardiopatía isquémica y el 30.4% de los ciudadanos acudieron tardíamente a la atención médica, hechos que inciden de forma negativa en los indicadores del síndrome coronario agudo.
La investigación demostró que es bajo el número de personas que asisten a programas de prevención secundaria y rehabilitación cardiaca, los cuales se ha verificado que reducen la mortalidad en pacientes con un infarto agudo de miocardio, además de los múltiples beneficios en la mejora de la calidad de vida, la esfera psicológica y la reincorporación laboral, dijo.
Resaltó que la base de datos Recuima servirá para posteriores indagaciones más profundas en el país, con el fin de reducir la mortalidad en las enfermedades cardiovasculares mediante estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento. (ACN) (Foto: PL/Archivo)
