Washington, 3 jun.- El Gobierno de Donald Trump percibe hoy el reciente ataque a una manifestación proisraelí en Boulder, Colorado, como una razón para reforzar su política migratoria y las medidas contra los extranjeros que residen en Estados Unidos de forma irregular.
En sus primeros comentarios tras el incidente ocurrido la tarde del domingo, el presidente Trump, dijo que el “horrendo ataque” en Boulder, no será tolerado por su administración, reseñó la CNN.
“El horrendo ataque de ayer (domingo 1 de junio) en Boulder, Colorado, no será tolerado en Estados Unidos,” publicó Trump en Truth Social la víspera.
Además, dijo que el incidente subraya la necesidad de que su administración intensifique las medidas contra la inmigración.
Mohamed Soliman estaba en Estados Unidos de forma ilegal, informó un funcionario de Seguridad Nacional. “Entró a través de la ridícula política de Fronteras Abiertas de (Joe) Biden, que ha perjudicado a nuestro país de manera tan grave. Debe salir bajo la política de Trump. Los actos de terrorismo serán procesados hasta el máximo alcance de la ley”, escribió.
Este es otro ejemplo de por qué debemos mantener nuestras fronteras seguras y deportar a radicales ilegales y antiestadounidenses de nuestra patria, añadió el mandatario.
Por su parte, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, advirtió también que la administración hará una aplicación más estricta de la ley de inmigración.
“Esto es absolutamente un acto de terrorismo dirigido”, expresó Leavitt durante una entrevista concedida a Fox News.
“Y el presidente se asegurará de que este individuo (Soliman) sea responsable en la máxima medida de la ley, y no solo este individuo, sino cualquier individuo, especialmente los criminales ilegales, que participen en actos de terrorismo”, subrayó.
Leavitt insistió que “es un privilegio, no un derecho, ingresar a Estados Unidos, y no vamos a permitir que personas que promueven valores antiestadounidenses y especialmente participan en actos de violencia permanezcan en nuestro país. Su visa será revocada y serán deportados”, amenazó.
Soliman, de 45 años, fue acusado este lunes de un cargo federal de delito de odio y al menos 16 cargos de intento de asesinato en primer grado.
Catalogado por las autoridades de acto de terrorismo, el ataque elevó a 12 el número de lesionados por quemaduras.
El hombre, que presuntamente se disfrazó de jardinero para ejecutar su acción, habría afirmado que «quería matar a todos los sionistas y deseaba que todos estuvieran muertos e incluso se mostró seguro de que lo volvería a hacer.
Al menos 16 cócteles molotov sin usar estaban al alcance del sospechoso cuando fue arrestado, afirmó el agente especial a cargo del FBI en Denver, Mark Michalek. La próxima comparecencia de Soliman será el jueves. (Texto y foto: PL)