Gaza, 11 jun.- Soldados israelíes dispararon este martes y mataron a al menos 17 palestinos mientras miles de desplazados se acercaban a un sitio de distribución de ayuda gestionado por la privada Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, inglés), respaldada por EE.UU. y Tel Aviv.
Médicos locales dijeron que las víctimas fueron trasladadas rápidamente a dos hospitales, el Al-Awda en el campamento de Nuseirat, en el centro de Gaza, y el Al-Quds en la ciudad de Gaza, en el norte.
El Ejército israelí justificó la acción alegando que los soldados hicieron “tiros de advertencia" contra “sospechosos que avanzaban en la zona de Wadi Gaza y representaban una amenaza para las tropas".
GHF comenzó a distribuir paquetes de alimentos en Gaza a fines de mayo, supervisando un nuevo modelo de distribución de ayuda (privado y unilateral) que, según las Naciones Unidas y otras fuentes, no es imparcial ni neutral.
“Día tras día se informa de víctimas y decenas de heridos en los puntos de distribución atendidos por Israel y empresas de seguridad privadas", escribió en X Philippe Lazzarini, jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
“Este sistema humillante sigue obligando a miles de personas hambrientas y desesperadas a caminar decenas de kilómetros, excluyendo a los más vulnerables y a los que viven demasiado lejos", afirmó.
Aunque GHF ha dicho que no ha habido incidentes en sus sitios de distribución, los palestinos que buscan ayuda han descrito desorden y las rutas de acceso a los sitios han sido afectadas por el caos y la violencia mortal, refirió la agencia Reuters.
“Llegué allí a las dos de la madrugada con la esperanza de conseguir algo de comida. De camino, vi a gente que regresaba con las manos vacías. Dijeron que los paquetes de ayuda se habían agotado en cinco minutos. Esto es una locura y no es suficiente", dijo Mohammad Abu Amr, de 40 años, padre de dos hijos.
En reciente entrevista con BBC Mundo, Omer Bartov, profesor de estudios del Holocausto y de genocidio en Brown University, en Estados Unidos, uno de los principales expertos en genocidio a nivel mundial, aseguró que hay consenso entre sus colegas en que se está perpetrando un genocidio en Gaza.
El historiador es ciudadano israelí y estadounidense, y en la década del 70 fue soldado del ejército israelí.
Desde el ataque de Hamás en suelo Israelí, que dejó unos 1 200 muertos en octubre de 2023, los bombardeos y ataques israelíes en Gaza mataron a al menos 54 470 personas, incluyendo más de 17 000 niños, e hirieron a más de 120 000.
Bartov recordó haber escrito en noviembre de 2023 que había “evidencia de crímenes de guerra, posiblemente crímenes de lesa humanidad".
“No estaba seguro aún de que hubiera suficientes pruebas de genocidio. Pero había indicios de que podría llegar a eso, porque había declaraciones con contenido genocida", dijo.
Luego, en mayo de 2024, cuando las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) entraron en Ráfah y desplazaron a cerca de un millón de personas a la zona de Al-Mawasi, un área sin infraestructura junto al mar, “esto pareció indicar que se trataba de una operación con intenciones genocidas, intenciones que ya se habían expresado en octubre de 2023".
El patrón de esa operación en Ráfah –sostuvo el experto– pareció indicar que no se trataba simplemente de una operación para, como afirmaban las FDI, destruir a Hamás y liberar a los rehenes, “sino de una operación con la intención de hacer inhabitable a toda Gaza".
Más adelante, Bartov afirmó: “Llevan meses bloqueando Gaza, con la esperanza de que la gente muera o se vaya o sea aceptada en otro lugar. Como dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu (en declaraciones en mayo de 2025 a un comité del Parlamento israelí filtradas a la prensa), 'nuestro único problema es encontrar países que los acojan'".
Esta –subrayó el experto en genocidio– es claramente una operación cuyo objetivo es expulsar a toda la población de la Franja de Gaza.
“La única comparación posible es con la Nakba, es decir, la expulsión de los palestinos en 1948. En aquel momento unos 750 000 palestinos fueron expulsados de las zonas que se convirtieron en el Estado de Israel. Y murieron muchos miles de personas. Pero las cifras no fueron tan altas como ahora.
“Obviamente, la población es mayor ahora, pero las cifras actuales son absolutamente extraordinarias", apuntó.
“La destrucción es a gran escala. El tonelaje de bombas lanzadas sobre Gaza es mayor que el de las bombas lanzadas sobre ciudades alemanas durante la Segunda Guerra Mundial", dijo.
“Yo he oído a reservistas israelíes que regresaron de Gaza y dijeron que lo que vieron les recordó a imágenes de Hiroshima. Y son soldados que participaron en esto. La destrucción específica, intencionada y deliberada de escuelas, de hospitales, de mezquitas, de edificios públicos, de universidades es absolutamente extraordinaria".
Genocidio: actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo específico, ya sea étnico o nacional, como tal.
Bartov recordó que en octubre de 2023, tras el ataque de Hamás, líderes políticos y militares israelíes hicieron declaraciones diciendo que “eso era lo que querían hacer, querían destruir a Gaza. También dijeron que no había nadie en Gaza que no fuera responsable.
“Así que la intención genocida fue expresada y ha sido repetidamente expresada. La pregunta es, ¿podemos ver un patrón de operaciones que muestre que esa intención se está implementando?".
Sobre esta cuestión, afirmó que “ese patrón a estas alturas es absolutamente claro, porque podemos ver que lo que ha sucedido ha sido un intento concertado de hacer Gaza inhabitable para esa parte de la población palestina que vive ahí, de destruirla como grupo, destruyendo edificios, matando a un gran número de personas.
“También vemos la destrucción de todo lo que permite a esa población, si sobrevive, reconstruirse como grupo, porque todo lo relacionado con su cultura, educación, salud y religión ha sido sistemáticamente destruido".
A la vista de ese escenario, “lo que ocurre en Gaza se ajusta a la definición de genocidio de 1948, el intento de destruir a un grupo como tal", concluyó el experto.
En torno a la versión de Hamás y los civiles como escudos humanos, recordó que el grupo opera en “una de las zonas más urbanizadas y densamente pobladas del mundo. Si se lucha desde un lugar así, esto se hace en zonas con una gran concentración de civiles".
Añadió que “la ironía es que existe una gran cantidad de reportes en el sentido de que las Fuerzas de Defensa de Israel han estado utilizando a palestinos como escudos humanos en sus propias operaciones. Específicamente, recogiendo a ancianos y jóvenes, vistiéndolos con uniformes de las FDI y enviándolos a túneles para volarlos por si acaso hay trampas explosivas. Esto ha sido ampliamente reportado".
Bartov señaló también que lo que está ocurriendo en Cisjordania “es el desplazamiento forzado de personas".
“Mucho de esto sucede ahora bajo la sombra de lo que ocurre en Gaza, ya que la mayor parte de la atención se centra en Gaza (...) También hay mucha violencia por parte de colonos respaldados por el ejército; muchas de las unidades militares se reclutan entre los propios colonos, por lo que no son más que colonos uniformados.
“Hay pogromos allí semanalmente. Así que esta es la otra cara de la moneda: vaciar Gaza y luego gradualmente tomar más y más territorio en Cisjordania".
Al abordar la presencia de la Fundación Humanitaria de Gaza, comentó que “entregan alimentos en muy pocos lugares para crear precisamente el tipo de caos que surgirá cuando se dice a gente que está muriendo de hambre que a 10 millas de distancia, si corren lo más rápido posible, pueden conseguir una caja. Se genera desesperación, miedo y violencia.
“Este sistema está diseñado para aparentar que Israel proporciona ayuda y al mismo tiempo agravar el desastre humanitario que está ocurriendo en Gaza. Y esto se hace con la cooperación de Estados Unidos. Algo que también me duele ver".
Bartov también afirmó que “he estado expuesto a muchas imágenes de este tipo a lo largo de mi vida. Y debo decir ante todo, personalmente, como ser humano, que me resulta muy difícil incluso ver estas imágenes debido a la absoluta falta de humanidad, la absoluta crueldad, incluso la reacción ‘alegre' de las tropas israelíes, de los medios de comunicación israelíes, y yo veo esos medios todos los días. Es una sociedad que no puedo reconocer.
“No es el país en el que crecí. Es algo que ha ido a lugares que nadie podría haber imaginado". (Texto y Foto: Cubadebate)