Nuevitas, Camagüey, 24 ago.- Una de las opciones para disfrutar de la etapa estival es visitar los museos, accesibles para todo público y con mucha historia recogida en ellos.
Por ejemplo, el Museo de Nuevitas guarda con mucho celo el hacer de los lugareños, y dentro de esas joyas resalta el Himno a Nuevitas.
Por lo que si buscamos en el Diccionario Cervantes de la Lengua Española el significado de la palabra himno encontramos lo siguiente: Canto en honor de alguien o de alguna cosa. Composición musical con esos fines.
Este concepto para los cubanos va mucho más allá del anterior. Es por ello que el himno de la nación se conoce como símbolo patrio y su letra se adentra en las raíces del proceso formativo de la nacionalidad. Desde 1868 el himno se conoce y se canta en toda Cuba, el pueblo lo ha mantenido vivo a lo largo de tres siglos y es elemento indispensable en la cultura cubana; preparó, junto a otros atributos que nos distinguen, la fuente nutricia del desarrollo de un legítimo movimiento de liberación nacional.
Con el paso de los años han hecho debut otras composiciones musicales resultado de los procesos históricos que se gestan en la isla. En la medida que los cubanos hemos participado en la dinámica económica, socio-política y cultural se delinean otros aspectos de la cultura material y espiritual que caracterizan a determinados grupos sociales.
Aquello que une y hace sentir parte de una comunidad, aquello que identifica y marca diferencias dentro de una mezcla cultural es lo que llamamos identidad.
Ella se expresa, también, en los himnos y es por eso que una maestra y periodista nuevitera, Josefina Rodríguez de Pereira, decidió escribir, en las primeras décadas del siglo XX, un Himno a Nuevitas, que vio la luz en la prensa local de la época y se cantó en algunos centros escolares locales con mucho fervor.
Hoy no se conserva la partitura, sólo la letra, pero una lectura a estas estrofas revela los sentimientos afectivos de su autora hacia la ciudad, su gente, las cosas que la rodean y que ella considera propias, junto a la garantía de saberse habitante de un lugar maravilloso, con espléndida bahía y valores inherentes a un pedazo de suelo cubano que perteneció ayer a ellos, hoy a nosotros y mañana a los nuestros, a todos los que queremos la ciudad marinera e industrial del legendario Camagüey.
Himno a Nuevitas
¡Oh Nuevitas! Tus hijos te aclaman/ como perla del norte, escondida,/ entre lomas de verde vestida/ y asomada a tu puerto feliz.
Es tu vida una vida triunfante/ eres cuna de nuestra nación,/ pues no en balde Cristóbal Colón,/ a tus costas primero arribó.
De Nuevitas pongamos el nombre/ entre nombres de gloria y honor/ y sus hijos fervientes juremos/ en Nuevitas poner nuestro amor.
Son tus hijos de claro talento/ tus escuelas así lo han mostrado,/ ¡adelante! que un pueblo educado/ se abre paso doquiera que va.
En tu escudo muy bien se demuestra/ y tus playas que inspiran amor/ tu riqueza y tu gran esplendor,/ al que Maternillos ha de guiar.
De Nuevitas muy alto su nombre/ en glorioso esplendor conservemos/ y en sus aras solemnes juremos/ trabajar para verla feliz.
Pastelillo y Tarafa han logrado/ tu riqueza y tu gran bienestar,/ pues los buques acuden a diario/ del obrero el sustento librar.
Te adoramos Nuevitas querida/ tu grandeza queremos cantar/ la amplitud y el aseo de tus calles/ tu bahía que invita a bogar. (MSc. Doris Castro Malpica/Colaboradora de Radio Nuevitas) (Foto: Radio Nuevitas)