Por Dainerys Torres Núñez/Radio Cadena Agramonte.
La compañía de teatro infantil La Colmenita ofrece su más dulce miel en una gira por comunidades de varios municipios de la centro-oriental provincia de Camagüey.
A propósito de la estancia de este importante grupo artístico en el poblado de Siboney, en Sibanicú, Radio Cadena Agramonte conversó con su director, Carlos Alberto Cremata.
-¿Qué significado tiene para la compañía ofrecer sus espectáculos en pequeñas comunidades a lo largo y ancho del país?
Hace apenas tres meses estuvimos en Camagüey, igualmente en lugares muy alejados, y terminamos con una gran función en el Casino Campestre de la ciudad. A raíz de lo bien que nos sentimos en esta provincia tan culta, le pedimos a las autoridades políticas y gubernamentales volver antes de que concluyera el año para recorrer lugares que no fueran visitados asiduamente por delegaciones artísticas. En esta oportunidad estuvimos en Pueblo Nuevo, Siboney, La Belén, Brasil y Magarabomba, sitios donde más falta hace la Cultura y donde siempre estaremos dispuestos a regresar.
- ¿Experimentan, en esta oportunidad, la misma sensación de hace algunos meses cuando visitaron Camagüey?
Estaba claro para nosotros que la gira anterior era absolutamente insuperable. El cariño que hemos recibido en otras partes de Cuba y del mundo, como Nueva York, Estambul, París, no se compara con el que nos ofrecieron aquí en Camagüey. Cuando llegamos en esta segunda visita sabíamos que eso iba ser difícil de superar, sin embargo, nos sorprendieron en la Academia “Vicentina de la Torre” con un espectáculo artístico que no vamos a olvidar. Los camagüeyanos conocen la fórmula de superar lo insuperable.
-¿Qué nuevos proyectos ocupan a La Colmenita?
En el 2014 realizaremos el montaje de una nueva puesta en escena, que se llama "La verdadera historia de La Colmenita". Vamos a contar nuestra historia en una obra de teatro.
- Este 22 de diciembre se celebró en Cuba el día del educador ¿Qué representa para usted formar valores en tantos niños y adolescentes?
Significa un orgullo muy grande, sobre todo por saber que pertenecemos a una tierra de educadores por excelencia, como José de la Luz y Caballero, Félix Varela y José Martí. Nosotros somos, sencillamente, humildes continuadores del legado pedagógico de esos grandes maestros. (Foto: Archivo.)