A menos de un mes para el estreno mundial de Brazuca en el terreno, se conocen sus características. A continuación ofrecemos detalles que la diferencian de los balones en Copas Mundiales anteriores.
Paneles en forma de hélice
La nueva pelota cuenta con seis paneles, menos que los ocho de Jabulani, los 14 de Teamgeist -la pelota de Alemania 2006-, o los 32 de los balones tradicionales. Los paneles son termosellados, es decir, unidos con calor y no cosidos a máquina, al igual que en el Jabulani, pero Brazuca incorpora según Adidas “una innovadora estructura simétrica de paneles idénticos en forma de hélice”, y una nueva superficie, con diminutas protuberancias, para más adherencia.
Uniones más largas y profundas
Las uniones de los gajos de Brazuca (1,56 milímetros) son tres veces más profundas que las del Jabulani (0,48 mm). A pesar del menor número de paneles, las uniones más profundas y largas aumentan una de las características clave: la rugosidad.
Rugosidad y “efecto nudillo”
El llamado efecto nudillo o knuckling effect, se produce cuando el balón, desplazándose sin o con muy poca rotación, se vuelve impredecible y cambia de dirección al alcanzar cierta velocidad. De ahí la importancia de que la superficie no sea extremadamente lisa, lo cual acelera la velocidad del efecto nudillo.
Avanza más
Una pelota rugosa también va más lejos, como lo prueban las pelotas de golf, toda vez que si la superficie es lisa se genera un vacío por detrás de ella que la frena.
El efecto comba
Cuando la pelota gira sobre su eje, aparece la comba en su trayectoria. Así, según la explicación de un experto, al avanzar en la corriente de aire cada lado de la pelota ve una velocidad de aire distinta, y ello implica una diferencia de presión que hace a la esférica recibir una fuerza lateral. A esto se llama efecto Magnus.
(Tomado de Cubadebate)