Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey
La Habana, 30 may.- La temporada ciclónica que comienza este domingo en la cuenca atlántica, que incluye el Mar Caribe y el Golfo de México, se caracterizará por ser de normal a poco activa, vaticinó en esta capital, la doctora Maritza Ballester Pérez, del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología (INSMET).
Su comportamiento está de acuerdo con la cifra prevista de nueve ciclones tropicales (tormentas tropicales más huracanes), cuatro de los cuales deberán alcanzar la categoría de huracán, comentó Ballester Pérez, investigadora titular, en declaraciones exclusivas a la AIN.
Aclaró, sin embargo, que aunque los estimados de la actividad de fenómenos hidrometeorológicos para la región atlántica sean relativamente bajos, Cuba debe estar preparada para afrontar cualquier situación meteorológica, ya sea ciclónica o de lluvias intensas.
En esta temporada, que concluirá el próximo 30 de noviembre, las predicciones dependen fundamentalmente del posible desarrollo de un evento El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), cuando ocurre un calentamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial oriental, previsto para la segunda mitad del año, según la misma fuente.
Indicó que su evolución debe llevar al establecimiento de una circulación atmosférica a alturas de 10 a12 kilómetros desfavorable para el desarrollo y la intensificación de los ciclones tropicales en el Atlántico Norte.
El Comité de Huracanes de la Región IV de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), con 191 estados miembros y sede central en Ginebra, Suiza, anunció su listado de nombres de ciclones para el Atlántico tropical.
En la lista figuran Arthur, Bertha, Cristóbal, Dolly, Edouard, Fay, Gonzalo, Hanna, Isaías, Josephine, Kyle, Laura, Marco, Nana, Omar, Paulette, Rene, Sally, Teddy, Vicky y Wilfred, en correspondencia con la de 2008, de donde fueron retirados los de Gustav, Ike y Paloma por los daños que provocaron en la región.
La Defensa Civil en Cuba surgió en 1962 y su sistema de medidas para el enfrentamiento a los desastres es reconocido internacionalmente por sus resultados en la protección de personas y respectivos bienes, la economía y los recursos de los peligros de catástrofes y de las consecuencias del cambio climático. (AIN).
