Santa Clara, 3 jul.- Unos 30 mil ejemplares de Rhopalurus junceus -el llamado alacrán colorado o azul- son sometidos cada mes a un proceso de extracción de su veneno, en áreas del grupo empresarial LABIOFAM de esta ciudad, algo que sus trabajadores denominan ordeñar.
Arlety De Sanfiel, especialista en cría del alacranario de Villa Clara, dijo a la AIN que la toxina que se extrae de estos arácnidos es la base para la producción del Vidatox, un medicamento homeopático antitumoral, analgésico y antinflamatorio, que se produce en La Habana.
En el momento en que se efectúa la extracción, los animales son separados unos de otros en frascos de cristal, y sometidos a un estímulo eléctrico de 20 minivolts, lo que provoca la excreción de la ponzoña, explicó.
Luego de dos años, los insectos son liberados a su hábitat natural, generalmente zonas rocosas, semidesérticas y de sabanas. Los que procesamos aquí vienen del sur de la provincia Las Tunas y de tres áreas cercanas a la presa Hanabanilla, señaló De Sanfiel.
Denyer Sánchez, biólogo del alacranario, dijo que las condiciones son propicias para la reproducción de los ejemplares en cautiverio, por el elevado número de hembras que quedan gestadas y por la variedad en la alimentación, compuesta por grillos y larvas.
Según datos de LABIOFAM, personas diagnosticadas con diversas manifestaciones de enfermedades tumorales, que no respondieron a tratamientos convencionales, mejoraron la calidad de vida con el empleo del Vidatox.
En ese grupo figuraban pacientes aquejados de tumores de páncreas, en el tallo del sistema nervioso, la próstata y los pulmones, entre otros órganos. (AIN/Redacción Digital RCA) (Foto: Archivo.)