La Ley Helms-Burton es un proyecto legislativo nombrado absurdamente "Ley para la libertad y la solidaridad democrática cubana", que contempla la internacionalización del bloqueo y la negativa de créditos y ayuda financiera a países y organizaciones que favorezcan o promuevan la cooperación con Cuba, con el propósito de dificultar la inversión extranjera en la isla.
Es una agresión a la independencia y dignidad de Cuba, constituye una injerencia en los asuntos internos de un país soberano, aun cuando esté prohibido por el Derecho Internacional, a la par que afrenta la soberanía del resto de los países del mundo, por sus intenciones de aplicar la jurisdicción estadounidense extraterritorialmente.