Cuba es uno de los pocos países donde las labores de pesquisa activa, desde el nivel primario de atención, han contribuido a controlar y reducir el impacto de sucesos epidemiológicos de cualquier índole.
Entre los desafíos y problemas de la pesquisa activa se destaca la disponibilidad de los recursos humanos que se necesitan para poder desarrollar el programa de monitoreo de forma eficiente; para esto resulta esencial la preparación del personal involucrado en el proceso.
Estudiantes de todas las carreras de las ciencias médicas el país participan hoy de manera activa en las pesquisas sanitarias en los hogares, unidos al plan integral diseñado para frenar el avance de la COVID-19.
Ese joven ejército de batas blancas, con su labor diaria, enaltece la vocación humanista y solidaria de la Revolución. Son abanderados del amor y la esperanza en tiempos en que la solidaridad y el internacionalismo deben ser los únicos caminos posibles para enfrentar esta pandemia. (Con información tomada de: Revista “Medicentro Electrónica”, vol.24 no.3, Santa Clara jul.-set. 2020 Epub 01-Jul-2020) (Foto: Humberto Cid/Cadena Agramonte)
