Por María del Carmen Castañeda Varona/Radio Cadena Agramonte.
“Hay que virarse para la tierra y hacerla producir”, fue la expresión de Efraín Alonso Sifontes, productor del poblado La Lucha, perteneciente al Consejo Popular Altagracia, comunidad camagüeyana que trabaja para lograr la soberanía alimentaria y educación nutricional, un programa que favorece el autoabastecimiento comunitario.
Reconocido como líder entre los 11 productores más destacados en el barrio, Sifontes asegura que con 11.60 hectáreas de tierras destinadas a la siembra de hortalizas se benefician habitantes de la localidad y los puntos de ventas de esa localidad.
La existencia de áreas ociosas con más de mil toneladas de piedra en los bordes de los terrenos no fue un impedimento para enfrentar las duras horas de intenso bregar que agotaban, pero imprescindibles para alcanzar la meta propuesta, afirmó el campesino.
La utilización de gallinaza, de la polleras cercanas al área, y de biopreparados propiciaron elevados niveles productivos superiores a los 12 mil quintales de hortalizas y vegetales el pasado año, cuyo destino fue la población cercana y la ciudad de Camagüey.
El recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que por seis décadas ha impuesto Estados Unidos contra Cuba y la actual pandemia de la COVID-19 determinan una forma diferente de asumir la realidad, afirma Efraín.
Por ello, las plantaciones de remolacha, zanahoria, tomate, pepino, col, lechuga, acelga, frijol, y rábano muestran resultados satisfactorios en cuanto a calidad y rendimiento, en lo que incide la aplicación de la Agromena -un abono formulado sobre la base de zeolita-, la materia orgánica y otros componentes minerales.
Todos los campesinos de esa zona utilizan la tracción animal y retoman prácticas antiguas que favorecen los resultados actuales, dice, al tiempo que agrega que “estamos trabajando duro porque desde la agricultura urbana y suburbana existe el compromiso de producir más comida para el pueblo”. (Fotos: de la autora)
