Quién no se ha detenido alguna vez desde un acogedor puente a meditar y admirar las cristalinas corrientes de agua de la urbe agramontina?
La realidad apunta a que hoy día abundan los corazones lugareños seducidos por el misterio del río Hatibonico al amparo del enlace vial Caballero Rojo, que enseñorea con sus arcos de medio punto el entorno fluvial (Texto: Jorge Enrique Fuentes Ruiz.Fotografía: Humberto Cid González.)