La Ciudad de Camagüey, cuna de refinado arte, religiosidad popular y leyendas, enamora a cuanto transeúnte se deja llevar por el encanto de su medio ambiente.
Las monumentales construcciones arquitectónicas de antaño, las estrechas y sinuosas calles, las arboledas y sus seductores susurros en complicidad con la espiritualidad de los lugareños, así como la fiel vigilia de los barrocos faroles, hacen de nuestra urbe un inigualable asentamiento de recreación y sosiego.
Texto: Jorge Enrique Fuentes Ruiz.
Fotografía: Humberto Cid González.