Las construcciones domiciliarias camagüeyanas de antaño engalanan con celo el entramado urbanístico de la tierra de El Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz.
Sus espaciosos y acogedores patios interiores, que en armonía con las regias columnas, arcadas, barandas, vitrales, lucetas y majestuosos portones de madera preciosa, invitan siempre a agradables tertulias y a la búsqueda de sosiego, constituyen valores autóctonos de la vida doméstica lugareña(Texto: Jorge Enrique Fuentes Ruiz.Fotografía: Humberto Cid González).