Respirar sonidos, olores, tocarlos, transportarnos con ellos, reconocer silencios necesarios, llenar la epidermis y un poco más allá con la señal de la radio pueden parecer ideas románticas hasta en demasía. Y de alguna manera lo son mientras procuramos hacerlas, para nosotros y para ti, el día a día.
En el corazón del pueblo, en ese sitio de difícil acceso para llegar y quedarse, una emisora se mantiene en Camagüey, con la gracia de uno de los más grandes nombres de la historia patria, nuestro Ignacio Agramonte.
Gente que está siempre allí, días, noches, madrugadas, horas festivas y de preocupación, compartiendo contigo alegrías e inquietudes, vive justamente aquí, del otro lado de tu receptor, de tu teléfono quizás, en el mágico laberinto de la radio al que a veces han llegado tus pasos, al que siempre llegan tus oídos, deseosos de compañía.
Ver sonidos, mirar con el alma, palpar las voces al escucharlas por esas bocinas compañeras de vida es parte de este hechizo compartido, de la complicidad que nos hace familia, amigos, amores, incluso.
Radio Cadena Agramonte, la seguidora de El Mayor, la cómplice de la Revolución cubana y sus andares, la estación de todos, una de las más prestigiosas y queridas del país, esa que tú nos ayudas a construir con una llamada, un mensaje, un cálido saludo por las calles, la que te encuentras ahora lo mismo en el espacio real que en el virtual, la que crece con los tiempos, celebra hoy su cumpleaños 66.
Felicidades a ella y a ti, otra mitad de este constante dar y recibir que es la radio nuestra, la radio agramontina. (Foto: Internet)
