La Habana, 26 oct.- El camagüeyano Luis Gustavo Cañabate, ha regresado a la vida y a la alta competición, para soñar y hacer fantasear a los que lo han visto volver sobre las aguas en los XIX Juegos Panamericanos de Santiago de Chile.
Con apenas 10 meses de recuperación de un accidente que casi le costó la vida, ha dado precisos saltos en Santiago 2023.
“Más que feliz por el resultado. Realmente no me lo esperaba”, expresó este martes en zona mixta al concluir la final del trampolín de sincronizados a 3 metros.
“De la competencia de hoy, te puedo decir que había mucho nivel y a nosotros nos falta entrenamiento, porque comencé a prepararme casi a mediados de agosto, pero igual estoy contento. Y del sexto lugar del domingo, lo que siento es orgullo, porque nadie se lo esperaba. Mi entrenador y yo estamos satisfechos y sabemos que se podemos lograr mejores resultados con el paso del tiempo. Iremos por ellos”, aseguró.
Al despertar del grave accidente sufrido en noviembre de 2022, cuenta Cañabate que entre las primeras cosas por las que preguntó estuvo si podría volver a saltar en la piscina.
“Nunca me desconecté del deporte. Siempre lo tuve en mi mente, porque el clavado primero fue mi sueño, luego mi vida. Todo el tiempo se lo he dedicado, desde que comencé con cuatro años. Es más, me llegó de casualidad. Era un muchacho bastante inquieto, hiperactivo. Un día estando con mi mamá, una amistad suya me vio dando la vuelta de carnera y le dijo que me pusiera en clavado. Mi mamá le hizo caso y ahí empezó todo”, dijo.
Su regreso en menos de un año a la alta competición, aún no se lo explican los especialistas del clavado y la medicina deportiva, pues había sufrido múltiples traumas y quedado en estado crítico.
“Fue todo muy rápido. Imagínate que me dieron el alta en enero. Tengo la sensación de que me acosté a dormir, tuve el accidente y me levanté el otro día de nuevo en la piscina. Me pareció bonito saber que se me quería de ese modo. Me dio más energías para nadar y hacer buenos saltos, físicamente, la principal secuela fue en la movilidad de la mano derecha, que interviene en el proceso de entrada al agua, también en ocasiones me duele la mandíbula, pero son cosas que se pueden soportar, puntualizó.
Y psicológicamente para mí fue muy difícil la silla de rueda. Estuve en ella tres meses, cuando llevaba dos, algunas veces escondido de mi mamá me paraba, aprovechaba para orinar y luego me sentaba. Sentía mucha impotencia. Eso no lo aguanta nadie. Pero paso a paso, lo conseguí.
Ya te digo, he pasado trabajo porque te siempre te queda el trauma, pero hay que ponerse fuerte para hacer lo que me gusta, nadie quería que pasara lo que pasó, pero ocurrió. Ahora hay que luchar por hacer lo mejor que pueda, si lo quieres, lo logras. Ya nací dos veces, destacó.
Para Cañabate, su primera participación en Juegos Panamericanos ha sido una oportunidad única que le ha dado la vida. Santiago 2023 representa todo, lo mejor que me ha pasado hasta ahora en mi carrera deportiva.
He realizado un gran esfuerzo, porque he tenido que empezar de cero, no obstante, no ha sido difícil, porque -como te había contado- lo tenía todo en la mente, por ejemplo, el programa que monté es mejor que el de antes. No hacía trampolín. Pero ahora es lo que me toca y me va bastante bien. Además, entreno a tiempo completo esa modalidad, ha sido todo demasiado rápido, pero hemos cogido la química Carlos y yo y seguiremos mejorando, explicó.
El joven de 20 años sueña con volver a la plataforma de 10 m, su evento preferido.
La entrada al agua no sé cuánto me pueda costar. además de hay que hacer parada de mano. Creo podré hacerlo, pero no ahora. El principal reto es adaptarme, porque mi cuerpo no es igual que antes. Pero tengo fe en volver a tener el mismo nivel, comentó.
Cuenta Cañabate que lo próximo que tiene en mente es el mundial de la disciplina que otorga boletos hacia París 2024.
Estoy esforzándome a ver si voy a esos Juegos Olímpicos. A los médicos les preocupa mucho mi mano, sufrió una fractura grave. Seguro tendré que hacerme una nueva operación, para tener más movilidad, agregó.
Espero estar listo para estas olimpiadas o para las otras, las de los Ángeles 2028, son mi sueño. La del próximo año, confieso es un poco difícil, pero le daré tiempo al tiempo, concluyó. (Texto y foto: Cubadebate)