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Una edificación que enaltece a la justicia en Camagüey (+ Fotos)


Por Enrique Atiénzar Rivero/Colaborador.

Corría el año 1749 y la Orden de los Jesuitas reunió una cifra no muy superior a los 50 mil pesos con el empeño de construir en Camagüey un colegio, finalizado ocho años después, mientras terminaban otro en La Habana.

¿Qué sucedió luego? Esa congregación religiosa fue expulsada por Carlos III y ambos colegios pasaron a manos de la monarquía, en tanto en 1800 el Estado español dispuso emplear la edificación de la otrora  villa de Santa María del Puerto del Príncipe como sede de la Real Audiencia de Santo Domingo, considerada la más antigua de América al producirse el traspaso de La Española a Francia por el acuerdo de Basilea.

Es decir, que 286 años después, poco más dos siglos de instaurarse en Punta de Guincho, en La Bahía de Nuevitas, el asentamiento que se erigiría por primera vez como una de las siete villas de Cuba acogió en su seno la novedosa declaración de poder judicial.

Cronistas que reseñan la época, como Torres Lasquetti, dejan constancia de que la incipiente urbe experimentó una gran animación judicial y resultó foro de muchos abogados. Sumaron una cifra superior a los 60 en 1846.

Estudiantes de Derecho en la Pontificia Universidad de San Gerónimo, terminados sus estudios en la capital debían por obligación hacer el largo y extenuante viaje tierra adentro, para recibirse de abogados en la Real Audiencia del Príncipe, luego de los acostumbrados ejercicios de rigor que practicaban en aquella época. Entre las más ilustres figuras estarían José María Heredia, José Antonio Saco y Antonio Bachiller y Morales.

Si algo importante puede atribuírsele  a la presencia de la Audiencia en Camagüey es la influencia en los procesos emancipadores en la ideología de los criollos y bajo el influjo de las corrientes de Simón Bolívar, de las que se permearon algunos oidores llegados a Puerto Príncipe e inculcaron en el pensamiento renovador de sus habitantes con ideas de progreso.

Ángel Avelino Fernández Espert, profesor del Instituto de Historia de la Universidad de Camagüey, en busca de un acercamiento con esa realidad recordó varias conspiraciones de carácter independentista: Rayos y Soles de Bolívar y la del Águila Negra, asentadas en La Habana, cuyos principales integrantes fueron descubiertos.

Más próximo al terruño principeño, el interlocutor refirió la existencia de la Cadena Triangular o La Liga de la Cadena, como se le conoció en Camagüey al movimiento que encabezó el patriota Francisco Agüero Velazco, Frasquito, según lo nombraban en la época.

Avelino explicó, auxiliándose del libro Frasquito Agüero independentista y bolivariano (Ediciones Arte y Literatura, La Habana, 1977), del prestigioso historiador local Gustavo Sed Nieves, desaparecido hace varios años, que el patriota fue subteniente del ejército de Bolívar y  acogido a sus ideas avanzadas; regresó de manera clandestina a Cuba, junto a Andrés Manuel Sánchez y ambos desembarcaron en Santa Cruz del Sur.

La finalidad del viaje estaba concebida: desencadenar una rebelión  en Puerto Príncipe, la cual sería apoyada por los revolucionarios bolivarianos, sin embargo, resultaron denunciados y apresados en el lugar conocido por el ingenio San José de Las Cuabas el 19 de febrero de 1826.

Detenidos no transcurriría mucho tiempo en ser juzgados en la Real Audiencia por el delito de traición y condenados a la pena de muerte por ahorcamiento, sentencia ejecutada en la Plaza Mayor, hoy parque Agramonte, en la mañana del 16 de marzo de 1826.

Otros patriotas como Joaquín de Agüero y sus compañeros de lucha debieron responder con sus vidas. El fusilamiento se produjo en la sabana de la Plaza de Méndez.

Joaquín de Agüero fue uno de los principales conspiradores de la Sociedad Libertadora de Puerto Príncipe y jefe del alzamiento efectuado en San Francisco del Jucaral, territorio al norte de Guáimaro, el 4 de julio de 1851. El 4 de agosto en Punta de Ganado fue hecho prisionero cuando trataba de salir clandestinamente de Cuba.

Al alzarse como parte de sus acciones independentistas se dirigió con 44 hombres a Tunas de Bayamo con la intención de tomar el poblado, pero fracasó.

Con posterioridad, mermadas las fuerzas insurrectas a sólo 27 hombres, fue atacado en la finca San Carlos, donde sostuvo un desigual combate ya que los españoles lo superaban en número.

Pero la firmeza de estos hombres a favor de la Patria no los hizo flaquear. Joaquín de Agüero durante el consejo de guerra sumarísimo no se desmintió jamás, las declaraciones resultaron siempre iguales, sin desdecir jamás su noble y generoso carácter, sin comprometer a persona alguna.

Así se explica en una de sus cartas a su esposa: “Sostendré mi puesto, sé muy bien que la vida me va en ello; pero no me haré traición a mí mismo. Siempre he sido fiel a mis principios de honradez, nada recuerdo que pueda avergonzarme en esta materia. Y ahora, por la eventualidad imposible de salvar mi vida, esta vida que perderé tarde o temprano, que no es mía, sino de mi Patria”.

La vetusta edificación ha transitado por diferentes etapas. La función inicial desapareció en 1853 al considerarse ese entramado social un foco peligroso de ideas reformistas; luego sirvió como Cuartel de Artillería y del Cuerpo de Ingenieros.

A inicios del siglo XX pasó a ser Palacio de Justicia y hoy acoge el Tribunal Popular Provincial, con igual objeto social de impartir justicia, en circunstancias diferentes a las que le dieron origen hace 224 años, pero estrictamente en defensa del soberano pueblo cubano.

La edificación acogió transformaciones en 1910, incorporó  elementos antiguos y con una decoración sobria en la fachada y en el interior, en tanto se conservaron sus antiguos arcos y columnas coloniales en la planta baja, entre los que asciende una elegante escalera de mármol de doble vuelta adicionada entonces, enaltecida hoy en los 510 años de fundada la otrora villa de Santa María del Puerto del Príncipe. (Fotos: Cortesía del Tribunal Provincial Popular)

El presidente del Tribunal Provincial Popular de Camagüey se encarga de explicar a los estudiantes las características de la carrera de Derecho y las particularidades de la sede de la institución.


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