Gaza, 10 oct.- Es una dolorosa historia. De director de marketing a desplazado. Ahmed Abu Aita es una de las víctimas de la guerra en Oriente Medio: perdió a 45 integrantes de su familia, entre ellos, su esposa, hijo, padres y hermanos, así como su hogar y trabajo. Abu Aita relata este desgarrador testimonio frente a los escombros de lo que alguna vez fue una casa y sede de una empresa propiedad de sus familiares, al este del campamento de Jabaila, en el norte de la Franja de Gaza.
“Aunque es imposible, deseo que vuelvan mis padres que murieron, mi mujer y mi hijo. Deseo ver a mi hijo herido, que actualmente está en Catar recibiendo tratamiento, pero no puedo verlo. Desearía que la vida volviera a ser como antes de la guerra”, lamenta en declaración para la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).
En octubre de 2023 Ahmed se quedó tendido en el suelo de la casa de sus vecinos, cubierto por algunos escombros como resultado de un ataque aéreo que impactó el hogar de su familia y la convirtió en ruinas.
“Yo estaba en las escaleras de esta zona, pidiendo ayuda, pero nadie podía oírme, ya que no había nadie en esa zona, que se considera una zona fronteriza peligrosa y a la que no pueden acceder vehículos de defensa civil ni ambulancias”, refiere.
De acuerdo con su testimonio, estuvo dos días tirado sin que nadie pudiera llegar hasta él, hasta que un vecino fue a revisar la casa y oyó su llamada. En ese día Ahmed perdió a 37 familiares. Además de algunos parientes de su esposa, quienes habían sido desplazados de otras zonas, “algunos de los cuales siguen bajo escombros”.
La pérdida muchas veces vive en nosotros pese al tiempo transcurrido, y en Ahmed Abu Aita nunca se irá: “El dolor de perder a mi familia, a mi hijo y a mi mujer es indescriptible”.
El hombre de Oriente Medio, como la mayoría de los gazatíes, fue desplazado con el resto de su familia. Actualmente habita en una escuela de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos en Beit Lahia, en el norte de Gaza, ahora un refugio.
La guerra no solo terminó con su familia, también con una empresa y una fábrica de quesos y productos lácteos. Esta última propiedad de su familia que empleaba a 50 trabajadores. De una vida normal y cotidiana, saltó sin querer a un presente de horrores constantes.
“Después de vivir en un apartamento de 250 metros cuadrados, yo y 12 personas —el resto de su familia— vivimos ahora en un aula (…) Teníamos una vida normal, teníamos nuestro trabajo. Cada miembro de la familia era responsable de una tarea en la fábrica. Yo era el director de marketing de la empresa”, apunta.
La tristeza que llena los ojos de Ahmed Abu Eita mientras él y su sobrino contemplan los escombros de la fábrica, antes bulliciosa, no le impide compartir su nueva intención: volver a poner en marcha la fábrica de él y sus familiares en Gaza.
“Para levantarnos de nuevo, para mantener vivo el nombre de mi padre y para que la empresa vuelva a ser lo que era. Para que vuelvan los trabajadores y para que la vida resurja de nuevo. Volveremos más fuertes que antes”, sostiene.
El oficial humanitario de la OCHA, Jonathan Whittall, describió 2023 como un año de “destrucción, desplazamiento y desesperación en Gaza”. Con este testimonio recordó la realidad humana en un lugar donde no hay suficiente agua potable y el sistema sanitario está colapsado.
Whittall afirmó en un mensaje que muchos habitantes de Gaza se sienten como si todos hubieran sido condenados a muerte. Lo anterior, como consecuencia de lo ocurrido el 7 de octubre de 2023. La falta de medios de supervivencia es una carga con la que los habitantes deben lidiar cada día, desde agua filtrada hasta leña para cocinar. En palabras del oficial, lo que Gaza necesita es protección de los civiles, facilitación de la ayuda humanitaria y un alto al fuego.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, amenazó este martes 8 de octubre a los libaneses con una “destrucción” similar a la de Gaza si no “liberan” a su país de Hezbolá. Esto después de que el ejército intensificara su ofensiva terrestre contra el movimiento islamista proiraní en el sur de Líbano.
“Liberen a su país de Hezbolá para que esta guerra pueda terminar”, declaró Netanyahu en un video en inglés dirigido a los libaneses.
El dirigente amenazó en caso contrario con “una destrucción y un sufrimiento como los que vemos en Gaza”. En ese lugar el ejército israelí lanzó hace más de un año una implacable ofensiva contra el movimiento islamista palestino Hamás, que ya dejó decenas de miles de muertos.
A pesar de los golpes infligidos a Hezbolá y Hamás, cuyo líder también fue asesinado, estos movimientos siguen lanzando cohetes contra Israel, que limita al sur con la Franja de Gaza y al norte con Líbano. (Texto y Foto: Cubadebate)