España, 29 oct.- La Real Academia Española (RAE) y las academias de la Asale (Asociación de Academias de la Lengua Española) han publicado la Guía panhispánica de lenguaje claro y accesible, una obra que persigue transparencia, síntesis, comprensión y facilidad de uso y que busca explicar el lenguaje claro con lenguaje claro.
La Guía... (Espasa, 2024), que cuenta con el apoyo de la Secretaría General Iberoamericana, intenta ofrecer recursos, advertencias, recomendaciones y conocimientos que den luz y claridad en el lenguaje, tal como se adelantó en la presentación institucional que tuvo lugar durante la clausura de la I Convención de la Red Panhispánica de Lenguaje Claro y Accesible, celebrada en la RAE en mayo de este año.
Además de tratar sobre los principios comunicativos, abarca distintos aspectos del lenguaje claro y el lenguaje jurídico. También de la relación del lenguaje claro con el de la Administración, la empresa, el mundo del consumo o de la medicina, entre otros.
En un comunicado emitido este lunes, la RAE señaló que la publicación “extiende la reivindicación de claridad a todos los ámbitos en los que el mal uso del lenguaje se convierte en una barrera de incomprensión para la ciudadanía”.
Al respecto, comenta que “el lenguaje de los poderes públicos en ocasiones puede resultar oscuro, incomprensible. Por eso, frente a la opacidad de algunas disposiciones que afectan a la ciudadanía en todos los ámbitos de su vida, ha cristalizado un movimiento internacional que, bajo la enseña ‘lenguaje claro’ reivindica un nuevo derecho: el derecho a comprender”.
Abundan en la obra consejos y recursos dirigidos a lograr textos diáfanos, orientaciones apoyadas en un breve fundamento teórico que matiza sus razones y su alcance.
En el comunicado, la RAE aclara que “se sigue siempre la norma fijada por los diccionarios, gramáticas y la ortografía de la RAE y la Asale. Ambas velan por la corrección y capacidad expresiva del español. Persiguen una lengua transparente en sus descripciones gramaticales, rica en recursos léxicos, segura en su ortografía y dotada de las pautas discursivas de claridad forjadas por nuestros grandes escritores”.
En definitiva −añade−, “una lengua que posibilite el éxito comunicativo en todos los ámbitos: desde la conversación familiar hasta los tratados científicos o humanísticos, desde una solicitud hasta una ley o una sentencia”.
La RAE subraya que lenguaje claro y accesibilidad comunicativa mantienen estrechos vínculos.
“Ambos conceptos coinciden en un mismo objetivo: solucionar problemas en la comprensión de mensajes. La accesibilidad ha evolucionado hacia un diseño pensado desde el inicio para servir a todos y en todas las circunstancias (diseño universal).
“En esta guía, se detallan asimismo diversas cuestiones relacionadas con la legibilidad o la comunicación y la accesibilidad espacial, visual, auditiva y cognitiva. Dedica, además, un apartado a la lectura fácil, a su relación con el lenguaje claro, a los conceptos sobre los que se fundamenta y los criterios que exige”.
La guía destaca la importancia de una buena formación lingüística en los profesionales, una mayor educación de los ciudadanos en disciplinas científicas y el papel mediador de profesionales bien formados de la prensa.
En gramática, entre otros temas de mayores dificultades en el uso cotidiano, aparecen prefijos, derivados largos, gerundios, género, pasivas, coordinaciones, subordinaciones.
En la sección de discurso, son abordados problemas frecuentes como el párrafo largo, los incisos, las enumeraciones y los rasgos que configuran el llamado estilo jurídico.
En semántica, se incluyen cuestiones como significado, sentido, connotación, presuposiciones, implicaturas, ambigüedad, vaguedad, indeterminación, contradicciones, paradojas, eufemismos y redundancias.
“El respeto de las normas ortográficas es esencial para la claridad de los mensajes escritos”, recalca la RAE en el comunicado.
“Se destaca en esta guía la influencia que en la claridad tienen la acentuación, la puntuación, el uso adecuado de las mayúsculas, así como el efecto de opacidad causado por las palabras no digeridas que nos llegan de fuera, lo que llamamos los extranjerismos crudos”, concluye. (Texto y Foto: Cubadebate)