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Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey

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Oscar y Rafael: dos huracanes, una lección de unidad y fortaleza


Primero fue Oscar. Luego pasó Rafael. Primero fue el oriente, con Guantánamo y Holguín mos­trando la peor cara. Luego tocó al occidente con Artemisa, La Habana y Mayabeque llevan­do la herida más profunda. Dos huracanes en menos de 15 días, dos desastres naturales que ahora nos hacen levantarnos una vez más, entre todos, como si solo así pudiéramos retar a la naturaleza, a la vida.

No es una retórica poética lo que está pasando hoy en estos territorios y en otras provincias, que sin afectaciones directas, han sentido como suyas el dolor de otro cubano. Estamos en me­dio de nuevos huracanes, pero de trabajo, esfuerzo y solidaridad.

Y así los trabajadores eléc­tricos vuelven a reponer torres, postes y transformadores; la tropa de comunales quita ár­boles, palmas y basura de las calles; mientras los cuerpos uniformados de las FAR y el MININT, como parte indisoluble de este pueblo, se suman como trenes a las labores más difíciles de limpieza, sin importar horas ni lugares intrincados.

No faltan los artistas y la cultura que salen de galerías y teatros a compartir obras, mú­sica y creaciones con niños, jó­venes y adultos que en tiempos de sombras reciben luces desde el arte. Tampoco es posible olvi­dar a los médicos que salvaron a los heridos de los vientos y las lluvias, y cuidaron de pacientes en hospitales que necesitarán reparaciones.

De constructores, trabaja­dores hidráulicos y de las comu­nicaciones, de empresas esta­tales que organizan e higienizan sus alrededores hay que hablar también como huracanes de fuerza humana. Por supuesto, los actores económicos priva­dos se han sumado a estos tiem­pos de compartir lo que se tiene y no dar lo que les sobra. Y esa es la Cuba real.

Cuando al año le quedan poco menos de 50 días para cerrar su almanaque, dos hu­racanes nos hundieron en agua y viento. Pero otra vez miles de corazones nos levan­tamos con más perseverancia que Oscar y Rafael. Y seremos mejores seres humanos. (Texto y foto: Trabajadores Digital)


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