La Habana, 14 jun.- El Proyecto Palomas, única Casa Productora para el Activismo Social, arribó a su aniversario 23, consciente de que las historias contadas por la reivindicación de los derechos de mujeres y hombres, más que conflictos y circunstancias cotidianas, exploran un principio humanista de acompañamiento y apoyo.
Emotividad, sensibilidad, pasión y expresión, han posibilitado la creación de obras audiovisuales que ponen en su justa dimensión cada una de las condiciones que propician la democracia humana y libertad responsable.
Su mentora y fundadora, Lizette Vila, dijo que Palomas vive y trabaja con esta filosofía, que no es más que ese sentido profundo de la protección integral de los derechos humanos, de acompañar las vidas concretas de las cubanas y los cubanos, y hacer ese “artivismo” -mezcla de arte con activismo- a favor de un bienestar, de una prosperidad y de la suprema felicidad.
Para la destacada realizadora, esas ansias siempre apuntan hacia el acompañamiento del proyecto social cubano sin dejar de recoger aquellas demandas que propicien una reparación dentro de las agendas sociales y políticas públicas.
Vila, agradece a todas las personas que han formado y forman parte de la Casa, así como a la sociedad civil y organismos internacionales radicados en el mayor archipiélago de las Antillas, por sostener los sueños y concreciones de estos 23 años.
Y si se trata de agradecimientos, no podía faltar uno especial para el Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficos, ICAIC, que también ha propiciado espacios de visibilidad a tanta obra humanista durante todo este tiempo.
Más allá de la realización de imprescindibles productos audiovisuales, y de la consagrada actividad productiva en pos de sanar y reedificar circunstancias desafiantes, el Proyecto Palomas ha puesto rostro a escenas cotidianas que estaban ausentes en el documental cubano.
Cámaras, luces y micrófonos atentos a desigualdades, violencia, capacidades diferentes, libertad sexual, derechos reproductivos, entre otros temas, han consolidado un quehacer, una prioridad, y un objetivo.
Cultura, paz, sociedad e idiosincrasia, discursan libremente en numerosos audiovisuales -aun insuficientes-, gracias al trabajo inconmensurable de expertos y técnicos.
Sergio Cabrera, uno de ellos y coordinador del Proyecto, transmitió su compromiso alegando que Palomas no solo es una Productora: es su casa, morada donde las cubanas y los cubanos tienen espacio, oportunidad de ser acompañados y de poder rehacerse.
Ha sido y es, mientras la vida me lo permita, la oportunidad de poder servir, crecer y estar para decir que la felicidad es el goce pleno de todos los derechos, expresó.
Por su parte, la profesora, musicalizadora, asesora musical y ex presidenta de la presidenta de la Asociación de Cine Radio y TV de la UNEAC, destacó que Luciano Castillo, director de la Cinemateca de Cuba, le comentó en cierta ocasión que el proyecto es un laboratorio de ideas, de sentimientos, de emociones, de ternuras, de ejercicio cívico, de lo que sentimos por esta Patria.
Y es que Palomas no solamente es de los que estamos aquí, creando y laborando, sino también de quienes vienen y le dan sentido, razón de ser; porque somos una pequeña casa, dentro de la gran casa que es Cuba, concluyó Lizzete Vila, una de las más conscientes y activas luchadoras por la equidad desde su trinchera fundamental: el cine documental. (Radio Enciclopedia) (Foto: Tomada de Internet)