El 21 de septiembre de 1989, por la noche, la dirección del Partido en Camagüey recibió la noticia de que al día siguiente, Fidel Castro viajaría a Cayo Cruz. Esta información quedó grabada en la memoria de Manuel Chaos Piedra, exmiembro del Buró Provincial del Partido, quien reflexionó sobre el impacto que tendría esa visita en el futuro del turismo internacional en la región. "Ni que yo fuera adivino", comentó Chaos, al rememorar aquel momento histórico que marcaría el desarrollo turístico de la zona.
La mañana del 22 de septiembre comenzó con la llegada de las autoridades provinciales, lideradas por Lázaro Vázquez García, quienes se trasladaron en helicóptero a un punto cercano a la modesta vivienda de Suncia y Manolo, los únicos habitantes del área, conocidos por su trabajo en Flora y Fauna. En la sala de su hogar se presentó un plano que mostraba las posibles variantes del trazado del terraplén, marcando así el inicio de una ambiciosa iniciativa que transformaría Playa Jigüey, cerca del central azucarero Brasil, en un destino turístico prometedor.
A medida que se acerca el centenario del natalicio de Fidel que se celebrará el 13 de agosto de 2026, es importante recordar su ingenio. Con facilidad para los cálculos, Fidel podía resolver problemas matemáticos con rapidez, sin necesidad de herramientas mecánicas. Esa misma noche en el motel Tayabito, situado en las afueras de Camagüey realizó las operaciones necesarias para determinar los volúmenes de combustible requeridos para la obra, concluyendo que el vial que comenzaba en Playa Jigüey era la opción más viable y económica.
La misión de desarrollar el área no podría ser asumida por una sola institución; así, diferentes empresas y organismos se unieron para llevar a cabo el ambicioso proyecto. En su tránsito hacia la casa de Suncia y Manolo, Fidel hizo una pausa en un lugar conocido como El Pino, en Punta Cocina, donde disfrutó de un baño antes de continuar su visita. Aquellos que lo acompañaron recordarán que llegó a la casa no vestido con su habitual uniforme de verde olivo, sino en ropa de baño y con la barba aún mojada por el mar. Como apasionado del buceo, no olvidaba llevar consigo el equipo necesario para explorar las maravillas submarinas.
La visión estratégica de Fidel aunque concebida desde 1973, sorprendió a muchos que consideraban el proyecto de desarrollar hoteles y bungalows en la zona como algo inalcanzable. Un pedraplén que cruzaría el mar durante 43 kilómetros desde Playa Jigüey hasta Cayo Cruz, sería construido por el contingente Camilo Cienfuegos. Sin duda, los sueños de Fidel perduran en el tiempo, con la visita futura a otros cayos de esta hermosa geografía, que se interconectan por un vial con Cayo Coco. (Enrique Atiénzar Rivero/Colaborador de Radio Cadena Agramonte) (Foto: Otilio Rivero Delgado/Adelante Digital)