Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey
Tal vez 20 años no sean mucho pero 44 es una vida. Ese es el tiempo que dentro de la construcción atesora Raúl Jiménez Varona, quien ahora es el director adjunto de la Empresa de Construcción y Montaje No.1 de Camagüey.
Habla bajo, pero se escucha claro. Y para quien no lo conozca puede resultar inimaginable su ya larga y fructífera, en este, su sector.
Creció como persona y profesional dentro del giro donde su probada perseverancia le llevó primero a formarse como Ingeniero Civil y tiempo después alcanzar la categoría de Máster en Ciencias.
Atrás van quedando las dudas iniciales sobre el cuestionario. Una simple invitación a la plática fue suficiente para que como buen “bateador” tomara el pulso del destino final del intercambio.
Y todo sobre rieles.
EL YA “LEJANO” 1981
Era apenas un graduado de técnico de nivel medio cuando inició su vida laboral. Fue el principio de una rica sumatoria de sucesos, en las que halló motivaciones para evitar quedarse “varado” en el tiempo.
Crea puentes, y no solo por oficio, enlaza ideas, y revive el pasado con una prontitud de velocista. No quiere que la respuesta a la ligera deje alguno de sus pasajes importantes en el olvido.
¿Hay obras inolvidables?
“Las hay. Y unas cuantas. He participado en varias importantes en la provincia, algunas vinculadas a la defensa, pero te puedo citar también pedraplenes como los de Cayo Romano y Cayo Cruz, el de Sabinal...”.
Tras una pausa breve, rememora.
“Realicé el proyecto del puente número 5, igual el highway Romano-Cayo Cruz, muy recordada porque devino tema de mi tesis para graduarme de ingeniero civil”.
UNA EXPERIENCIA EN ASIA
En el rápido recuento no escapa su experiencia en otros lares, sobre todo por la magnitud a lo que se enfrentaba.
¿Qué hay de su época como asesor en Viet Nam?
“Trabajé allí en uno de los proyectos viales más grandes de Asia, que es la carretera Ho Chi Min.
Ah, mira, pasaba por alto un detalle: estuve en la ejecución de la pista del aeropuerto Ignacio Agramonte, tanto en el Nacional como en el Internacional, en cuya reparación estamos actualmente involucrados”.
¿Lo más reciente?
“Pues Santiago de Cuba. Allá estuvimos 32 días en apoyo a sus labores de recuperación por el paso de Melissa, el huracán, y fíjate si se trabajó duro de verdad, que nos entregaron la Bandera de Proeza Laboral”.
Más de cuatro décadas después usted sigue, persevera en su primer trabajo. ¿Qué pudiera deducirse de esa fidelidad a su profesión?
“La razón es familiar, diría la motivacional, mi abuelo fue constructor. Ese ejemplo me atrapó, y apenas tuve ocasión me sumé al curso como aprendiz en el Politécnico. Y seguiremos mientras las fuerzas físicas alcancen”.
Pudiera parecer obvio, pero, ¿satisfecho de su elección laboral?
“Plenamente. Creo que tengo razones para decir a esta altura de mi vida, que elegí correctamente mi profesión. Y me siento, por eso, muy satisfecho”.
¿Le recuerdo algo?
Por supuesto, dije, en medio de un mar de dudas...
“No creo que haya realizado muchas entrevistas a familiares de profesiones distintas. Mi hermano era luchador del equipo nacional, y hace mucho tiempo, estuvo en mi casa para este mismo propósito”, dijo mientras esbozaba una suave sonrisa.
Le agradecí.
Sin dudas todos los oficios tienen sus encantos. Y sus detalles. Y Raúl Jiménez Varona las halló en su también querida construcción.(Texto y foto: Gilberto Rodríguez Rivero/colaborador de Radio Cadena Agramonte)
