Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey
Por Yolanda Ferrera Sosa 
El Taller Doña Iris, del ceramista camagüeyano Oscar Rodríguez Lasseria, cada dos años y los primeros días de diciembre, es un pintoresco semillero de creación.
Pueden encontrarse artistas de varios puntos del mundo que hacen del lodo maravillas: seleccionan el sitio para ponerse a trabajar y allí están durante 15 días, dan rienda suelta a su imaginación, dejan a sus manos modelar el admirado barro local, sueñan sintiéndose a gusto entre colegas.
Con el decursar del tiempo el Simposio de Cerámica Artística organizado en esta región centro-oriental de la Isla, supo abrirse paso ante el anonimato y ya se le considera el cuarto en importancia entre los que en el mundo se llevan a cabo.
Auspiciado por el Consejo Provincial de las Artes Plásticas, el simposio tiene en Rodríguez Lasseria y en su Taller Doña Iris los anfitriones dedicados a hacer más grata la estancia de los participantes:
“Los Simposios -reflexiona Lasseria- no son lucrativos ni competitivos. Tienden a la amistad y a la solidaridad entre quienes cultivamos la cerámica artística. Son como puentes que posibilitan un necesario intercambio para actualizarnos de lo que se hace allende las fronteras en esta manifestación”.
Opiniones válidas
Quienes dan vida al Simposio, coinciden en asegurar lo válido de la experiencia. Tal es el caso del italiano Danilo Carta, organizador del Encuentro de Cerámica realizado en Cerdeña, justamente en saludo a la cita camagüeyana:
“El Encuentro en Cerdeña –aseguró- es consecuencia de mi participación en este Simposio en el año 2004. Son excelentes oportunidades para encontrar nuevos amigos y críticos de nuestra producción. Estoy muy contento de concurrir”.
Por su parte, la argentina Vilma Villaverde, una autoridad en esta manifestación –con más de 35 años de arduo trabajo con el barro- confirmó lo valedero de esta experiencia a la cual asiste por primera vez:
“Tuve la gran suerte de ser invitada a este evento, el cual tiene una gran calidad por el profesionalismo de sus participantes. Es la primera vez que vengo a Camagüey y me parece una ciudad fabulosa. Yo trabajo generalmente a partir de un objeto encontrado al azar, entre ellos sanitarios. Pero en este Simposio Oscar Rodríguez Lasseria me obsequió con una de las máquinas de coser que colecciona, y a partir de ahí estoy creando mi pieza”.
La madrileña Beatriz de Alba Fuentes confiesa estar sencillamente embelesada y maravillada por esta posibilidad de intercambio y de creatividad:
“Es muy importante –señaló- que las piezas que elaboramos se queden aquí, en Camagüey, donde está prevista la apertura de un Museo de Cerámica Artística, el cual se nutrirá con nuestras obras. Hay mucha amistad y tremendo contenido humano en este encuentro, al cual seguiré concurriendo en el futuro”.
