Una de las más brillantes páginas de la historia militar cubana
Por Miozotis Fabelo Pinares*
El 8 de octubre de 1871, el Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz, protagoniza una de las más brillantes páginas de la historia militar cubana, el rescate del Brigadier Julio Sanguily, que al decir de Fidel:
“Fue sin dudas, una de las más grandes proezas, […] y ha pasado a ser un hecho de armas proverbial, que en aquel entonces despertó, incluso, la admiración de las fuerzas españolas”.
El 13 de enero de 1871, el Mayor General Ignacio Agramonte, reasume el mando de las fuerzas de El Camagüey. A partir de entonces mejora progresivamente la condición militar de la región y las tropas mambisas pasan a la ofensiva.
El 7 de octubre, tras agotadoras jornadas por las llanuras camagüeyanas, las fuerzas acampan en los Potreros de Consuegra, al Sur de la ciudad de Puerto Príncipe, y al Nordeste de los Potreros de Jimaguayú.
Y al día siguiente, ocho de octubre, el Brigadier Julio Sanguily, baldado ya; solicita permiso para llegar hasta la casa de Doña Cirila López, en la finca Santo Domingo; pero cerca del lugar, está el enemigo…
Julio Sanguily es tomado prisionero; su pierna lesionada le impide correr y ordena a sus hombres que escapen. Los españoles lo atan al caballo y la columna emprende la marcha, con el trofeo de guerra….
Enterado del suceso, y a la vista del enemigo, el Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz, ordena la carga.
“En poder de los españoles está el Brigadier Julio Sanguily. Es preciso rescatarlo vivo o muerto, o perecer en la demanda”.
Con el toque de a degüello, dirigidos por El Mayor, se lanzan al combate,
…en un grupo forjado por Homero,
35 elegidos de la hazaña,
alumbraron el valle y la montaña
al resplandor fulmíneo del acero.
Alzóse un yaguarama reluciente,
se oyó un grito de mando prepotente
y un semidiós, formado en el combate,
Ordenando una carga de locura,
Marchó con sus leones al rescate
¡Y se llevó al cautivo en la montura!
Frente a un enemigo tres veces superior, “aquel hecho ha pasado a la historia, como una de las más extraordinarias acciones de armas, un hecho que levantó el ánimo en el campo cubano en momentos difíciles, que electrizó prácticamente a todo el mundo”, significó Fidel en el centenario de la caída en combate del Mayor Ignacio Agramonte.
El rescate del Brigadier Julio Sanguily devino inmortal página de gloria en la historia militar de Cuba; y su protagonista, el Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz, sigue siendo ejemplo de jefe y modelo de arrojo y valentía en el combate; por eso, el Comandante en Jefe, dijo:
“Si queremos saber cómo deben ser nuestros tanques en la hora del combate: ¡deben ser como la caballería camagüeyana de Ignacio Agramonte, en el rescate de Sanguily!”.
* Colaboradora de Radio Cadena Agramonte.
(Fuentes consultadas de Gilberto Toste, Mary Cruz, Ramón Roa, Manuel de la Cruz, y Rubén Martínez Villena).