Washington, 2 abr.- James Clapper, director Nacional de Inteligencia, reconoció por primera vez que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) espió de manera intencional las comunicaciones de estadounidenses, al amparo de una ley aplicable solo a extranjeros.
La agencia espió sin orden judicial los contenidos de las comunicaciones y no solo los denominados "metadatos", que incluyen la duración de las llamadas y los números a los cuáles se conecta un usuario, respondió Clapper en una carta de respuestas a preguntas del senador demócrata por Oregon, Ron Wyden.
Esto es inaceptable y plantea graves cuestiones constitucionales que representan una amenaza real a los derechos de privacidad de los estadounidenses, argumentaron en un comunicado Wyden y el senador Mark Udall, demócrata de Colorado.
En su declaración, ambos senadores urgieron al Congreso a asegurarse de atajar cualquier vacío legal, a fin de exigir a la NSA que debe demostrar primero una causa probable de delito antes de focalizarse en husmear las comunicaciones de estadounidenses.
La sección 702 de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera otorga amplios poderes a la NSA para escuchar las llamadas telefónicas y correos electrónicos de acceso, pero solo de los extranjeros ubicados fuera de Estados Unidos.
Los legisladores demócratas también infligieron un golpe bajo al presidente Obama, quien ha asegurado a los estadounidenses que "nadie escuchaba sus llamadas telefónicas".
Esta es la primera ocasión en la cual el Gobierno reconoce que espió las comunicaciones telefónicas y por Internet de sus ciudadanos sin contar con autorización de una corte, como parte de las operaciones de espionaje de la controversial NSA.
La entidad, junto a otros 16 organismos de inteligencia, mil 271 organizaciones gubernamentales y mil 931 firmas privadas trabajan en la recolección de datos bajo el pretexto de combatir el terrorismo y cuidar la seguridad nacional del país norteño.
El exanalista de la NSA, Edward Snowden, destapó a mediados de junio pasado una caja de Pandora al ventilar centenares de miles de documentos que constatan el programa de fisgoneo a nivel global por parte de Washington contra líderes y ciudadanos de unas 35 naciones.
La Casa Blanca ha tratado de justificar sus acciones contra tradicionales aliados como Reino Unido, Alemania, Francia, Brasil, México, entre otros.
A fines del año pasado, dos jueces federales acusaron a la NSA de violar la Constitución, pero un tercero declaró legal sus operaciones.
En enero, el propio Snowden, asilado en Rusia, exhortó al Gobierno de Obama a corregir las leyes, frenar el desmedido alcance de algunas agencias gubernamentales y depurar responsabilidades de altos oficiales por los masivos e ilegales programas de espionaje revelados por él. (Texto y foto: PL)