Pinar del Río, 22 abr.- Las entrevistas lo inquietan. Por ello, Vladimir Gutiérrez confiesa que prefiere salir a lanzar ante un estadio lleno, antes que hacer declaraciones frente a una grabadora.
Sin embargo, las circunstancias esta vez no lo liberaron de hablar para los aficionados cubanos. Tras su reciente elección como Novato del Año, y sobre todo después de sus dos decisivas salidas en un “Victoria de Girón” abarrotado que ayudaron a apuntalar el triunfo de su equipo en la 53 Serie Nacional de Béisbol, muchos se preguntan, ¿de dónde surgió este talentoso muchacho que con solo 18 años de edad ha llegado a marcar 96 millas, y cómo se las arregla para controlar los nervios, cuando le entregan la pelota en situaciones complicadas?
Vladimir Gutiérrez busca concentración, como cuando sale a lanzar en un partido difícil, y explica:
“Siempre me gustó la pelota. Empecé en la categoría 11-12, allá donde vivo, en el municipio de Mantua. En el último año de la categoría 15-16, fue un profesor de Pinar del Río buscando talentos y en las pruebas tiré 85 millas, y ahí me captaron para el equipo juvenil. “El primer año gané cinco y perdí tres. Y al siguiente terminé con balance de siete y uno”.
Tales resultados, le valdrían su inclusión en la selección cubana que asistió al Campeonato Mundial Juvenil de Taipei de China.
“Allí salvé un juego frente a Australia. Relevé en la séptima entrada, con un solo out y bases llenas, y ponché a los siguientes dos bateadores. También gané el juego contra Taipei por la medalla de bronce. Salí en la tercera entrada para caminar hasta la novena”.
A su regreso, Gutiérrez fue incluido en la preselección de Pinar del Río, un equipo con un cuerpo de abridores de calidad, aunque tenía grandes lagunas en el pitcheo de relevo.
“En las primeras salidas en la Serie Nacional me sentía muy presionado. Recuerdo que debuté contra la Isla de la Juventud. Me trajeron con bases llenas y di el cero. Todavía me erizo cuando recuerdo ese momento. A partir de ahí, empecé a ganar confianza. Cada vez que salgo, trato de estar relajado, porque si vas pensando en que lo puedes hacer mal, las cosas no salen”.
Dueño de una recta que oscila entre las 92 y las 93 millas de manera sostenida, Vladimir Gutiérrez tira además la curva, el slider, y el cambio de velocidad.
Con tales armas, en su primera temporada en series nacionales, logró convertirse en el principal relevista del tsunami pinareño, y ser reconocido además, como el Novato del Año.
¿Cuándo supiste que podías optar por esa condición?
“Al llegar a tres victorias, el estadístico del estadio “Capitán San Luis” me dijo que con mis números tenía posibilidades de lograrlo. A partir de ahí, me preparé mucho más.
¿No te presionó esto al lanzar frente a Matanzas en los play off?
“En ambas salidas me sentí muy bien. Incluso, antes del segundo partido le dije a mis compañeros que si me ponían, iba a ganar el juego, y así fue”.
¿Cómo decides lo que le tiras a un bateador?
“Atendiendo al juego. Como casi siempre me toca salir de relevo, voy analizando los lanzamientos que les hacen daño a cada uno”.
¿A quién te ha costado más trabajo dominar?
“A los zurdos de Matanzas. Todos son buenos bateadores”.
Después de esta actuación en la Serie 53, ¿piensas seguir siendo relevista, o te gustaría incursionar como abridor?
“Pinar del Río tiene sus cuatro abridores bien establecidos, por eso pienso que por ahora me corresponde relevar”.
¿En qué se basará tu preparación, tratarás de incorporar nuevos lanzamientos?
“Voy a seguir trabajando en el control, y en ganar más confianza con la slider”.
¿Después de haber sido campeón en tu primera temporada, con qué sueñas?
“Sueños hay muchos. Desde niño siempre admiré a Pedro Luis Lazo y a Norge Luis Vera. Me gustaría llegar a ser como ellos, no es fácil, se necesita disciplina y una gran dedicación”. (Ronald Suárez Rivas/Tomado de Granma.) (Foto: Ricardo López.)