Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey
Por Amaury Valdivia Fernández/ Adelante
A la vuelta de pocos días, muchas cosas han cambiado en el fútbol cubano. Hace menos de una semana Ciego de Ávila todavía braceaba para alcanzar el cetro de este 99 Campeonato Nacional, Villa Clara no perdía la esperanza de arrebatárselo en un dramático sprint, y selecciones como La Habana, Guantánamo y Camagüey apostaban por hacerse con un espacio en el podio.
Pero eso era hace varios días; y si un segundo basta para cambiar el destino, ¿qué no podrá pasar en el casi infinito lapso que media entre sábado y sábado? Mucho más cuando, como en esta ocasión, el calendario apuntaba un atípico programa de doble vuelta, con el objetivo de recuperar la fecha perdida luego de los festejos por el Primero de Mayo.
Para nuestros muchachos ese cambio parecía venir como anillo al dedo, pues enfrentarían en casa a dos escuadras sin grandes aspiraciones para este epílogo de torneo: Cienfuegos y Las Tunas.
El éxito de 4-0 sobre los sureños se anunció como la mejor confirmación para los pronósticos de unos cuantos, incluido este redactor. Aquella alegría se ampliaba por los tres goles del nuevitero Armando Coroneaux, uno de los máximos anotadores de la lid.
Pero todavía faltaban los tuneros.
Y fue el peligroso Dayron Blanco quien se encargó de dejar claro que los del Oriente no venían a regalar nada sobre la cancha de Minas. Quien solo se preocupe por el resultado final del encuentro (1-0), no tendrá una imagen real de lo sucedido en el campo del reparto Sebastopol.
Y es que los camagüeyanos volvieron a penar ante una formación inferior en cuanto a virtudes técnicas, más especializada en destruir combinaciones rivales que en construir las suyas propias. Fue una reedición del eterno toma y daca con que los Miuras se han enzarzado ante varios de los conjuntos más débiles del actual torneo.
Sin embargo, ya de nada vale llorar por lo que no fue y pudo haber sido. Restan todavía dos fechas para intentar la hombrada de alcanzar una medalla.
Nadie lance campanas al vuelo: sea cual sea el balance de los compromisos ante Villa Clara (el sábado en Zulueta) y Sancti Spíritus (como locales, el día 31), ya solo es posible aspirar al bronce. Con un Ciego de Ávila espectacular, que acaparó el título gracias a su victoria de 1-0 el miércoles sobre Cienfuegos, y un Villa Clara casi indetenible gracias a 32 puntos, no queda otra que buscar una segunda vuelta de éxitos a costa de naranjas y yayaberos, y además, esperar porque Guantánamo (28) y La Habana (26) tropiecen todo lo posible.
No hay otro final cuando se pierden oportunidades.
