Cuba después del año 1959 dio un cambio radical en todos los sentidos. El alegato La Historia me absolverá, de Fidel Castro, devenido programa político y social de la Revolución, y que se pronunció en forma de autodefensa ante las cortes del dictador Batista después del asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, se ha materializado en los logros de la salud, el deporte, la educación, y otros.
Bajo el liderazgo de nuestro Fidel, Cuba, de neocolonia mediatizada, pasó a convertirse en paladín del progreso internacional. La redistribución de la riqueza, la emancipación de los jóvenes, el empoderamiento de la mujer, el fin del latifundio, la mejora de la calidad de vida de los cubanos, y la instauración de un sistema de democracia popular, figuran como victorias de la Mayor de Las Antillas.
Por su parte, en el plano internacional, la Revolución cubana se ha caracterizado por su solidaridad, la implicación activa en las luchas de liberación nacional de otros pueblos, y la contribución a la articulación de alianzas alternativas que garantizan los intereses de los pueblos del Tercer Mundo.
Un ejemplo fehaciente, entre tantos miles que se pueden mencionar para ilustrar lo anteriormente dicho, lo constituye la cooperación de la Brigada Médica Internacional Henry Reeve, que va por el mundo salvando miles de vida del azote de la Covid-19.
Es esa la mejor manera de honrar el legado de Fidel. Por eso precisamente hoy, cuando se conmemora el natalicio 94 de su nacimiento, reafirmamos nuestra voluntad de resistir. Aquí no se rinde nadie. (Texto: Jorge Enrique Fuentes Ruiz/ Radio Cadena Agramonte) (Fotos: Humberto Cid González)
