Hace algunos festivales atrás, el entonces no tan joven Nicolás Guillén, anduvo por Moscú, como parte de la delegación cubana que asistió al VI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en el verano de 1957.
El restaurante Hurón Azul, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), recuerda a Nicolás Guillén con un variado menú de los platos preferidos del fundador de esa institución.
Guillén logró adentrarse en la esencia nacional sin caer en el pintoresquismo ni el costumbrismo.
Nicolás Guillén siempre guardó para Camagüey, su tierra natal, el más puro de los afectos.