Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey
Por Dania Díaz Socarrás/Radio Cadena Agramonte
¿Qué saben de política internacional los ocho niños cubanos que el pasado año, padeciendo cáncer, no pudieron ni podrán recibir el tratamiento más idóneo para alargar sus vidas y tuvieron que acudir a segundas opciones buscadas por los médicos cubanos por falta de los medicamentos necesarios?
"Eso que llaman bloqueo es un embargo económico", "solo afecta al gobierno que no queremos en el poder", "al pueblo lo defendemos bloqueando a su gobierno, al pueblo queremos salvarlo".
Estas son solo algunas de las mil y una mentiras acerca del bloqueo económico, comercial, financiero que Estados Unidos sostiene contra Cuba, sordo al mundo porque, como son grandes, ellos pueden vetar, ignorar la justicia internacional y los derechos humanos más elementales.
Si revisamos los datos que recoge el informe cubano, que una vez más ilustra los daños del bloqueo ante el mundo, se habla de más de 113 millones de dólares de pérdida solo en el ámbito de la salud, de enero a julio de 2021.
Eso, llevado a lo que nos interesa, son montones de no como respuesta cada vez que tratamos de comprar medicamentos, equipos, dispositivos médicos, reactivos, etcétera, con más de un 10 por ciento de componentes salidos de los Estados Unidos y, por supuesto, ese por ciento está prácticamente en cualquier cosa de cualquier lugar del mundo.
Dicho de tal modo se va borrando lo de que "a nosotros no nos hace daño", porque seguro que alguien de casa necesita medicamentos y las sanciones nos provocan dificultades cotidianas para adquirirlos.
Así sucede con los productos para tratar enfermedades crónicas como insulina, antibióticos, calmantes, antihistamínicos, o fármacos para el control de la presión arterial, de esos que necesita mamá, papá, o el abuelo.
Que a casi 160 mil pacientes no se les pueda implantar una válvula aórtica percutánea, para con un pequeño proceder evitar largas y riesgosas cirugías; que decenas de niños cubanos diagnosticados cada año con retinopatía de prematuridad corran el riesgo de quedar ciegos porque Cuba no pueda comprar el sistema de láser con que se tratan las afectaciones en la retina y el glaucoma, no va contra el gobierno cubano o contra el Estado.
¿Quién nos va a engañar a nosotros que vemos las farmacias vacías, que ahora no tenemos lo que antes tuvimos en los hospitales y en tantos otros lugares?
Sabemos que todo esto va contra nosotros, como simples fichas de un juego que quieren ganar, como si solo importaran los derechos que tergiversan a diario para culpar a Cuba.
¿Qué entenderíamos cualquiera de nosotros si fuéramos los padres de niños sin los tratamientos necesarios para enfermedades graves? ¿Qué entendemos si solo pensamos en ellos como niños, aunque no sean nuestros, que carecen de lo que necesitan para sus afecciones cardiovasculares, en los que recién nacidos, con pesos bajos, son sometidos a grandes cirugías por falta de catéteres de bajo perfil? ¿Qué justifica tales prohibiciones?
¿Cómo se puede violar, en nombre del derecho que sea, los sagrados derechos a la salud y a la vida?
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Esto no va contra los de una u otra tendencia ideológica o partido, no, todavía no he visto tiendas y hospitales para unos y otros. Esto va contra tu hijo y el mío, contra tu abuelo y el mío, contra ti y contra mí, y le pongan el nombre que le pongan, mientan cuanto mientan, nos bloquea, nos ahoga, nos castiga y nos pretende matar.
Somos Cuba, una pequeña isla del Caribe, subdesarrollada, colonizada y saqueada por siglos y, por tanto, sin muchos recursos propios. Todavía arrastramos y hasta creamos nuevos problemas y trabas para salir adelante, pero igual sabemos que todo sería mejor, mucho mejor, sin bloqueo. (Foto: Sitio oficial del Ministerio de Salud Pública)
Tabla de votaciones contra el bloqueo
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