Cuba, 24 de febrero, José Martí, historia

El 24 de febrero y la independencia a preservar siempre con unidad


Editorial.

Hoy 24 de febrero, un nuevo resplandor fulgura en la nación cubana, cuando la inmensa mayoría de su pueblo enfrenta con toda decisión y seguridad vencedora nuevos embates ante el empeño de edificar la patria libre y soberana para el bien de todos.

Con su estrategia unitaria para la consecución de la obra permanece con toda fuerza el ideario de José Martí, quien como bordador de voluntades logró borrar diferencias y aglutinar principios con el fin de reiniciar la lucha por la independencia un día como hoy hace 129 años.

Representa el 24 de febrero andanza para abonar la continuidad de la Revolución cubana, promover nuevos combates en la construcción del socialismo y mantener vigente el ideario de Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte, Antonio Maceo y Máximo Gómez, de Martí y de Fidel Castro Ruz, y de cubanas y cubanos que han forjado la identidad de la nación.

No se puede dejar de mencionar en ese logro libertario al Partido Revolucionario Cubano, única piedra angular a partir de la cual se tejería todo el proceso de unidad para llegar a la Guerra del ´95.

Es precisamente ese ejemplo el que 61 años más adelante animaría a los combatientes del 26 de Julio y el Directorio Revolucionario a firmar la Carta de México, considerado el pacto unitario más importante de toda la lucha insurreccional contra la dictadura pro-imperialista existente en Cuba.

Los postulados del 24 de febrero de 1895 están más vigentes que nunca ante las amenazas y artimañas del gobierno de los Estados Unidos en su empeño de destruir la Revolución, que es decir destruir la nacionalidad, e incorporarnos a su bandera como un signo más.

La firma hoy del Código de Ética de los Cuadros de la Revolución cubana en todo el país ratifica valores y principios como son el patriotismo, el antiimperialismo, la fidelidad, la honestidad, el honor, la disciplina, el altruismo, la responsabilidad, la transparencia, la austeridad, la probidad, la colaboración, el humanismo, la solidaridad y la profesionalidad.

Tal propósito cobra mayor relevancia cuando la tarea principal no es buscar justificaciones, es encontrar soluciones a los imponderables, como lógica combinación para una sólida base de resistencia, segura plataforma para la continuidad, incluso en circunstancias como las que corren en las que no se renuncia al desarrollo en beneficio del pueblo.

El presente proceso político liderado por la máxima dirigencia cubana llama a erradicar deformaciones y reimpulsar la economía que posibilite avanzar con nuestros propios esfuerzos y con la menor dependencia de suministros externos, pero como alertara Fidel, se debe evitar que, en el enorme mar de criterios tácticos, se diluyan las líneas estratégicas y se imaginen situaciones inexistentes.

Se inscribe, igualmente, en nivel prioritario la reflexión del General de Ejército Raúl Castro Ruz el pasado 1ro. de enero en Santiago de Cuba, cuando decía que “la unidad formada por el Partido, el Gobierno, las organizaciones de masas y todo nuestro pueblo, y como parte de este los combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior, es el escudo contra el que se estrellarán, una vez más, todos los planes subversivos del enemigo”.

¡Cuidemos la unidad más que a la niña de nuestros ojos, convocaba Raúl!

Es precisamente ese legado de unidad el que nos marca el sendero para, frente a los ataques y necedades del imperialismo yanqui y sus lacayos, hacer partícipe de la batalla y acción revolucionarias a todo el pueblo.

Ratificamos que, como hace 129 años, hoy 24 de febrero somos protagonistas de una nueva clarinada para más libertad y soberanía, para más Revolución y socialismo en Cuba, que es decir más beneficio y bienestar para todos los cubanos. (Foto: Internet)


En esta categoría

Comentarios


Tu dirección de correo no será publicada *